LONDRES.- El consultor político, Paul Manafort, ex jefe de campaña del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría mantenido reuniones secretas con el fundador de la plataforma Wikileaks, Julian Assange, en la embajada de Ecuador en Londres.
Así lo aseguró este martes el diario "The Guardian", al afirmar que Manafort, quien ha sido implicado en la trama rusa, habría viajado a la capital británica para ver a Assange en 2013, 2015 y 2016, periodo en el que se desempeñó como una de las figuras clave de la carrera de Trump hacia la Casa Blanca.
Wikileaks negó hoy a través de redes sociales esta información y retó a "The Guardian" a apostar "un millón de dólares" a que Manafort, actualmente en prisión preventiva, jamás conoció a Assange.
El periodista australiano permanece refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, cuando estaba acusado en Suecia de agresión sexual. Aunque este último caso se archivó, Assange ha seguido recluido en la sede diplomática por temor a que su salida provoque su extradición a EE.UU..
Una fuente del diario británico sin identificar afirmó que Manafort fue a ver a Assange en marzo de 2016, época de plena campaña presidencial y meses antes de que Wikileaks lanzara una serie de correos electrónicos del Partido Demócrata estadounidense robados por oficiales de la inteligencia rusa.
"No está claro por qué Manafort quería ver a Assange y lo que se discutió. Pero es probable que la última reunión esté bajo escrutinio y pueda interesarle a Robert Mueller, el fiscal especial que está investigando una supuesta conspiración entre la campaña de Trump y Rusia", escribió The Guardian.
Los fiscales que investigan la trama rusa, a las órdenes de Mueller, acusaron ayer a Manafort de mentir a los investigadores, pese a haber llegado a un acuerdo con ellos para cooperar a cambio de una condena reducida.
En un documento judicial, los fiscales aseguraron que las "mentiras" de Manafort sobre "una variedad de temas" constituyen "violaciones al acuerdo" que alcanzaron hace dos meses, cuando el ex jefe de campaña de Trump se autodeclaró culpable de varios delitos financieros. Dicha acusación podría costarle mayor tiempo en prisión preventiva y ser imputado por nuevos cargos.
Mueller y sus fiscales investigan la supuesta injerencia del Kremlin en los comicios presidenciales de 2016, así como los posibles contactos entre miembros de la campaña de Trump y funcionarios rusos.
