SANTIAGO.- La Junta de Fiscales Supremos de Perú aceptó este martes
la renuncia de Pedro Chávarry al cargo de fiscal de la Nación, poniendo fin a una larga teleserie producto de los numerosos cuestionamientos al persecutor por su manejo al mando del Ministerio Público y su presunta injerencia en casos de corrupción.
El persecutor general había anunciado su renuncia la noche del lunes a través de su cuenta de Twitter, asegurando que esta se debió "en aras de la autonomía del Ministerio Público y a fin de evitar que otros entes autónomos se vean igualmente vulnerados inconstitucionalmente", en alusión al proyecto presentado por el Presidente Martín Vizcarra para reorganizar la Fiscalía.
Asimismo, en su carta de renuncia argumentó que
decidió dar "un paso al costado" por respeto a su institución, y para no ser el pretexto para que
"continúen estos ilegales actos contra la institución que represento como fiscal de la nación", en referencia a las investigaciones iniciadas por supuestamente integrar una mafia al interior de la judicatura peruana.
Una vez consumada la dimisión de Chávarry, la fiscal suprema Zoraida Ávalos asumió el cargo de forma interina, luego de que el persecutor más antiguo, Pablo Sánchez, declinara en favor de ella.
La nueva fiscal general se había manifestado públicamente en contra de la gestión de Chávarry, cuestionado por sus supuestos vínculos con sectores políticos y por haber participado en la red de corrupción que sacude al Poder Judicial, conocida como los "Cuellos Blancos del Puerto".
Pero la gota que rebasó el vaso fue la remoción de parte del líder del Ministerio Público de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez del equipo especial del caso Lava Jato, que investiga los aportes irregulares realizados por la constructora brasileña Odebrecht a diversas campañas políticas, entre ellas las de cuatro ex presidentes peruanos.
Esto generó la ira no sólo de la sociedad civil, sino que también del Poder Ejecutivo, tanto así que el Presidente Vizcarra amenazó con intervenir el Ministerio Público. La presión para Chávarry era demasiada.
Ahora, la fiscalía continuará al mando de Zoraida Ávalos, a la espera de lo que pueda ocurrir los próximos días.