La embajada de China en Canadá pidió el domingo al Gobierno de Ottawa no entrometerse en el conflicto que se ha desencadenado en Hong Kong, tras las masivas movilizaciones pro democracia que se han realizado durante los últimos meses.
"Instamos una vez más a la parte canadiense a respetar el derecho internacional (...) y cesar inmediatamente de inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong y los asuntos internos de China", indicó un portavoz de la embajada de China en Canadá en un comunicado.
Esto, un día después de que el país norteamericano publicara un escrito conjunto con la Unión Europea expresando su preocupación por la situación que atraviesa la región semiautónoma.
Dicho texto fue firmado por la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y la jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, quienes pidieron resguardar los derechos de los hongkoneses.
"Las libertades fundamentales, incluida la libertad de reunión pacífica, y el alto grado de autonomía de Hong Kong (...) están garantizados por la Ley Fundamental y los acuerdos internacionales, y deberían continuar siendo respetados", dijeron el sábado.
Las manifestaciones en Hong Kong, que duran ya más de diez semanas, "han degenerado en violencia extrema", según la embajada china en Ottawa, mientras que desde China replicaron que "ningún gobierno con responsabilidad se quedaría con los brazos cruzados".
En la última protesta celebrada este domingo, los organizadores aseguraron que más de un millón de personas se movilizaron por las calles de Hong Kong, en la que fue considerada una de las marchas más masivas en lo que va del año en la región.
