En una rueda de prensa, el martes anunció su intención de anexar las colonias judías construidas en el Valle del Jordán, una franja de tierra fértil que se extiende desde el sur del lago de Tiberíades (también conocido como mar de Galilea) hasta el norte del mar Muerto.
"Hay un lugar donde podemos aplicar la soberanía de Israel inmediatamente después de las elecciones", declaró Benjamín Netanyahu, mostrando el mapa del Valle del Jordán.
"Hoy anuncio mi intención de aplicar, con el próximo gobierno, la soberanía de Israel en el Valle del Jordán y el norte del mar Muerto", afirmó, precisando que la anexión no incluía las ciudades palestinas, como Jericó que quedaría rodeada.
Según Netanyahu, el plan de paz para Medio Oriente que está elaborando el gobierno del Presidente estadounidense Donald Trump constituye una oportunidad "histórica y única" para esta anexión.
Sí y no. Días antes de las elecciones del pasado 9 de abril, Netanyahu prometió anexar colonias judías construidas en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. Y, recientemente afirmó que quería aplicar "la soberanía israelí" en territorios palestinos. Pero sin especificar cuándo ni exponer un plan concreto de anexión.
Lo novedoso del martes es que designó específicamente el lugar (el Valle del Jordán) y se comprometió a empezar "inmediatamente" después de los comicios si su partido, el Likud, dirige el gobierno.
En las pasadas elecciones, el Likud obtuvo 35 escaños de los 120 del parlamento, es decir, tanto como la formación Azul y Blanco de su rival Benny Gantz. Netanyahu fue incapaz de formar un gobierno de coalición y convocó elecciones, previstas para el 17 de septiembre.
El Valle del Jordán aborda aproximadamente el 30% de la Cisjordania ocupada. Está situado al este de este territorio, a lo largo de la frontera jordana.
La mayor parte de este valle se halla en la zona "C" de la Cisjordania ocupada. Esta área abarca alrededor del 60% del país y está administrada principalmente por Israel.
Según los datos del gobierno israelí, unos 10.000 de los 400.000 colonos israelíes residentes en la Cisjordania ocupada viven actualmente en el Valle del Jordán, la cual se trata de una zona muy estratégica, por ser fronteriza y el corazón de una industria agrícola. En base a los datos de la organización local Btselem, alrededor de 65.000 palestinos viven en el Valle del Jordán.
Los palestinos la condenaron duramente. "Es una violación flagrante al derecho internacional, es un robo de tierra flagrante, es limpieza étnica. Destruye no sólo la solución de dos Estados, sino cualquier posibilidad de paz", declaró a la AFP Hanan Ashraui, directiva de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Tanto Turquía, como Jordania y Arabia Saudita advirtieron que este tipo de iniciativas podrían tener consecuencias regionales. Asimismo, la ONU manifestó que una anexión "sería devastadora para la posibilidad de reactivar negociaciones, la paz regional y la esencia misma de una solución de dos Estados", uno israelí y otro palestino, uno junto al otro. Al otro lado del territorio, la Unión Europea dice que que plan de Netanyahu mina las perspectivas de paz.
Por su parte, Donald Trump aún no ha reaccionado.
Para Ofer Zalzberg, analista del International Crisis Group, la propuesta de Netanyahu —a falta de unos días para las elecciones que pueden ser cruciales para su supervivencia política— está destinada al electorado de derecha partidario de la colonización.
Las consecuencias para los palestinos serían más simbólicas que prácticas, estima. Y es que la mayoría del Valle del Jordán se encuentra en la "zona C" de Cisjordania, ya bajo control israelí. No obstante perpetuaría una situación considerada temporal, a la espera de un Estado de Palestina.
El presidente palestino Mahmud Abas advirtió que la anexión invalidaría todos los acuerdos alcanzados entre israelíes y palestinos.
