El ex Presidente de Ecuador, Rafael Correa, salió al paso de las acusaciones de su sucesor, Lenín Moreno, y negó estar detrás de una "conspiración" para "desestabilizar" al actual Gobierno.
"Dicen que somos golpistas, que queremos desestabilizar el Gobierno. Los golpistas han sido ellos, que han roto la Constitución cuantas veces le ha dado la gana", ha criticado.
Moreno acusó el lunes a Correa y al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de estar impulsando un "golpe de Estado" en Ecuador, al considerarlos instigadores de las protestas que tienen lugar desde la semana pasada, en rechazo al paquete de reformas económicas aprobado por el Gobierno que generó que el precio de los combustibles se duplicara.
Correa consideró estas declaraciones una
"muestra de la enajenación de Moreno",
quien lo responsabiliza por
"todo lo que ha pasado" en Ecuador durante los últimos años, sostuvo. En una entrevista a la cadena rusa RT, el ex Mandatario tildó de "locura" la acusación y apuntó que "ya nadie le puede creer esas tonterías".
En este sentido, Correa afirmó que el último "paquetazo", que contempla entre otras medidas la eliminación del subsidio para los combustibles, fue "la gran gota que derramó el vaso". A su juicio, no hay "ningún factor externo" oculto tras las movilizaciones más allá del "mal manejo de la economía" por parte del Gobierno, al que acusa de "traicionar" el programa con el que se presentó a las elecciones y de "imponer el neoliberalismo".
Correa apuntó que "la salida democrática para este problema" está en la Constitución y pasa por convocar elecciones, una potestad de la que dispone tanto el Presidente como la Asamblea Nacional - si se logra una mayoría de dos tercios -, en caso de una "conmoción social" como la que vive Ecuador estos días.
"Así se resuelven los conflictos en democracia, en las urnas", aseveró Correa, quien desafió a Moreno a someterse a la opinión directa de la ciudadanía. "No les interesa el país, solo les interesa seguir manteniendo el poder", sentenció.
Declaraciones cruzadas
Moreno, que el lunes anunció el traslado de la sede del Gobierno desde Quito a Guayaquil, aseguró este lunes que "los más violentos (de las protestas) son individuos externos, pagados y organizados" y, además de culpar a Maduro y a Correa, también responsabilizó a otros ex dirigentes aliados de su predecesor en la jefatura de Estado ecuatoriana.
"¿Es coincidencia que (Rafael) Correa, (Ricardo) Patiño y (Paola) Pabón hayan viajado hace unas semanas a Venezuela? Maduro, activado junto con Correa, su
plan de desestabilización (...) Ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado", aseguró el Mandatario.
La ex diputada Paola Pabón, actual prefecta de la provincia de Pichincha, respondió mediante su cuenta de Twitter: "Así desprecia este levantamiento indígena y ciudadano", lamentó e hizo hincapié en que "la miopía política de presidentes del pasado provocó la ira del pueblo".
