Una polémica decisión del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de indultar a un militar acusado de crímenes de guerra, ha removido a las Fuerzas Armadas.
Esto se hizo público debido a que el domingo el Pentágono despidió al secretario de la Armada, Richard Spencer, por negociar a espaldas de la Casa Blanca una salida para el suboficial del cuerpo de élite Navy Seal, Edward Gallagher.
Tal y como se había publicado la semana pasada, el suboficial había sido condenado por fotografiarse junto al cuerpo de un prisionero de la guerra iraquí, del que fue acusado por su muerte y luego absuelto por una corte marcial.
Tras esto, Trump tomó una decisión que causó polémica dentro de la institución: le devolvió la calificación a Gallagher que el tribunal militar le había rebajado como castigo. Por su parte, los Navy Seal abrieron un proceso disciplinario para determinar si se expulsaba al suboficial, opción que el Mandatario habría rechazado tajantemente.
Según lo reportado por El País, Spencer – que fue contrario a la gestión de Trump en el caso del suboficial– le ofreció como solución a Gallagher poder licenciarse como miembro de los Seal. Pero cuando el secretario de Defensa, Mark Esper, supo de la negociación llevada a cabo en secreto por Spencer, le exigió su renuncia.
La Armada estadounidense había acusado al suboficial de dar muerte premeditada a un prisionero iraquí (se sacó una foto con su cabeza degollada) y, además, de más de diez delitos relacionados con crímenes de guerra.
En julio de este año, el tribunal militar lo absolvió de todos los cargos excepto del de posar junto al cadáver. Como castigo fue bajado de categoría de suboficial jefe a suboficial de primera clase.
La polémica
Pero hace dos semanas, el Mandatario estadounidense intervino en el caso y restableció en su antiguo cargo a Gallagher en una polémica ceremonia en la que indultó también a otros dos militares condenados por crímenes de guerra en Afganistán, el teniente primero Clint Lorance, condenado por la muerte de dos personas, y el comandante Mathew Golsteyn, que había sido acusado de matar a un afgano desarmado debido a una confusión.
La decisión de Trump "incomodó" a la Armada, ya que estaba contradiciendo la sentencia del tribunal militar, lo que derivó en que una vez que Gallagher fue restituido en su cargo, los Navy Seal iniciaron un procedimiento disciplinario para aclarar cómo salía Gallagher del cuerpo.
En el proceso se decidiría si iban a permitir que se licenciara con tridente de oro – insignia que distingue a los miembros del cuerpo de élite para toda la vida- o si lo expulsaban.
Tras esto, la polémica continuó el pasado jueves cuando el Mandatario twitteó: "La Armada NO va a quitarle el tridente de Navy Seal a Eddie Gallagher". Y agregó: "Este caso ha sido manejado muy mal desde el principio". Declaraciones que siguieron aumentando el conflicto entre la Armada y el Presidente.
El secretario de la Armada se juntó con funcionarios de la Casa Blanca a espaldas del Pentágono para poder negociar la salida de Gallagher, según informó este domingo Esper. El acuerdo que Spencer proponía consistía en que si la Administración dejaba de intervenir en el caso, él aceptaba que Gallagher se licenciara con el tridente y no sería expulsado de los Navy Seal.
Salida del secretario de la Armada
Pero la negociación secreta de Spencer sorprendió a Esper, ya que habría recibido información respecto a que el primero habría estado pensando renunciar a su cargo. Por su parte, el secretario de la Armada aseguró este sábado no haber amenazado con su renuncia y que estaba "bien" con el Presidente Trump.
La respuesta de Esper a la polémica llegó este domingo cuando sostuvo: "He determinado que el secretario Spencer ya no tiene mi confianza para continuar en su cargo. Le deseo lo mejor a Richard". Tras despedir a Spencer, Esper determinó que se permitiera a Gallagher mantener su tridente de oro cuando se licencie.
Entonces, el secretario de la Armada presentó su renuncia en una carta a Trump en la que dice que se había "esforzado por garantizar que los procedimientos sean justos, transparentes y consistentes", pero que no podría haber tenido "la conciencia tranquila" si obedecía una orden que cree que "viola el juramento sagrado" que hizo. Esto en alusión al proceso disciplinario abierto contra Gallagher.
A través de una entrevista a Fox News, el lunes Gallagher agradeció a Trump por su mediación en el caso y que haya corregido todos "los errores" que se cometieron contra él.
"Eddie se jubilará pacíficamente con todos los honores que se ha ganado", escribió en Twitter el Mandatario, que aprovechó de anunciar que el nuevo secretario de la Armada será Ken Braithwaite, almirante y actual embajador en Noruega.