El primer ministro armenio, Nikol Pachinian, consideró este miércoles que es prematuro pensar en negociar con Azerbaiyán con mediación rusa, en el cuarto día de enfrentamientos Nagorno Karabaj, territorio separatista azerbaiyano apoyado por Armemia.
"No es apropiado hablar de una cumbre Armenia-Azerbaiyán-Rusia, en un momento en que hay intensos combates", dijo a los medios de comunicación rusos, según la agencia oficial de prensa Interfax, considerando que "para que haya negociaciones es necesario una atmósfera y condiciones adecuadas".
El responsable consideró que Armenia y Nagorno Karabaj no están listos para resolver este conflicto "en detrimento de sus intereses nacionales y de su seguridad".
Desde el domingo, las fuerzas del enclave de Nagorno Karabaj apoyado política, militar y económicamente por Armenia, y las de Azerbaiyán, se enfrentan en combates que ya dejaron un centenar de muertos y son los más graves desde 2016.
Armenia afirmó el martes que un cazabombardero turco en apoyo a a Azerbaiyán derribó uno de sus aviones militares, algo desmentido inmediatamente por Ankara y Baku.
Si se produjera una intervención militar turca, este conflicto adquiriría una nueva dimensión. Una guerra abierta entre Armenia y Azerbaiyán podría desestabilizar el sur del Cáucaso e implicar a otras potencias regionales como Rusia y Turquía.
Rusia, que se considera una especie de árbitro regional, pidió el fin de los enfrentamientos, al igual que otros países occidentales.
El martes, en una declaración unánime obtenida por la AFP,
el Consejo de Seguridad de la ONU pidió "el fin inmediato de los combates".
Azerbaiyán, un país de habla turca cuyos habitantes son mayoritariamente chiitas, quiere recuperar el control de Nagorno Karabaj, poblado principalmente por armenios cristianos, cuya secesión en 1991 no fue reconocida por la comunidad internacional.