"Iremos al Tribunal Supremo. Queremos que pare todo el proceso de votación. No queremos que encuentren papeletas a las cuatro de la mañana y las añadan al desastre".
Esas fueron las palabras del mandatario estadounidense y candidato a la reelección,
Donald Trump durante esta madrugada, luego de acusar de "fraude" el polémico y disputado proceso electoral que mantiene en vilo al mundo.
Eso sí, la prensa internacional ha puesto en duda el real sentido de lo que el mandatario quiso decir, puesto que en Estados Unidos este tipo de retrasos en el conteo suele ocurrir, y donde los estados marcan gran parte de las normas sobre cuándo debe terminar el conteo.
Pero, ¿cómo opera la Corte Suprema en Estados Unidos y qué ha dicho previo a las elecciones de ayer 3 de noviembre?
"La máxima voz legal"
La Corte Suprema fue fundada en 1789 y es la máxima voz legal de la Unión Americana pues
resuelve en última instancia los casos que se originan en los tribunales estatales.
Tiene el poder de cambiar o derogar una ley e incluso de definir una disputada elección presidencial. Los nueve jueces que la componen, tienen la última palabra en muchos asuntos políticos, lo que deja el destino de la nación en sus manos.
Cada año, la Corte emite un concepto sobre alrededor de 100 casos y algunos de ellos pueden alterar para siempre el curso de la nación. Si bien el documento guía del tribunal es la Constitución, la forma en la que ésta es interpretada varía y es ahí donde entra la política.
Qué dijo previo a las elecciones
En todo el país, sólo se sigue adelante con el conteo de boletas durante esta jornada, y ningún estado computará votos por correo enviados después del día de las elecciones.
Por eso, la campaña del aspirante demócrata, Joe Biden, describió la declaración de Trump como "indignante, sin precedentes e incorrecta".
"Si el presidente cumple su amenaza de ir a la corte para tratar de evitar la computación correcta de los votos, tenemos equipos legales listos para desplegarse para resistir a ese esfuerzo", dijo en un comunicado la directora de campaña de Biden, Jen O'Malley Dillon.
El experto en derecho electoral Richard Hasen escribió el domingo en Slate que "nunca ha habido ninguna base para afirmar que una boleta que llegue a tiempo no puede contabilizarse si las autoridades no pueden terminar de contar en la noche de las elecciones".
Por su parte, el profesor de derecho electoral de la Universidad Estatal de Ohio Edward Foley tuiteó el miércoles: "Los votos válidos se contarán. La Corte Suprema de Estados Unidos sólo se vería implicada si hubiera votos de validez cuestionable que supusieran una diferencia, lo que podría no ser el caso. El estado de derecho determinará el ganador oficial del voto popular en cada estado. Dejen trabajar al estado de derecho".
En cualquier caso, no hay forma de apelar directamente al Supremo con una acusación de fraude. Trump y su campaña podrían alegar problemas con la forma en la que se cuentan los votos en estados concretos, pero tendrían que iniciar su batalla legal en un tribunal estatal o una corte federal de categoría inferior.
Hay una apelación republicana pendiente en la Corte Suprema sobre si el estado clave de
Pensilvania puede computar los votos que lleguen por correo entre el miércoles y el viernes, una ampliación ordenada por el máximo tribunal del estado pese a las objeciones de los republicanos. Ese caso
no afecta a los votos ya presentados y que estén en manos de las autoridades electorales, aunque aún no se hayan contabilizado.
El alto tribunal rechazó antes de las elecciones descartar esas boletas. Sin embargo, jueces conservadores señalaron que podrían reconsiderar la cuestión tras los comicios.
La Corte Suprema también rechazó bloquear una extensión para recibir y contabilizar votos a distancia en Carolina del Norte más allá de los tres días marcados por la ley estatal.
Incluso una pequeña cantidad de votos disputados podría importar si cualquiera de esos estados decide el ganador de las elecciones, y la distancia entre Trump y Biden es tan pequeña que unos pocos miles, o incluso unos cientos de votos, pueden marcar la diferencia.