Los estados de Pensilvania y Nevada confirmaron este martes el triunfo en ambos lugares del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre en EE.UU., quedándose con 26 delegados del Colegio Electoral.
En el caso de Pensilvania, la noticia fue dada conocer por el gobernador Tom Wolf, a través de su cuenta de Twitter: "De acuerdo con lo requerido por la ley, he firmado la certificación para el nombramiento de electores (delegados del Colegio Electoral) para Joe Biden y Kamala Harris", afirmó.
Esto
pone fin a varias semanas de acusaciones de fraude por parte del presidente saliente,
Donald Trump, en el estado y tras varios intentos infructuosos en los tribunales de detener la certificación del resultado.
Wolf agradeció a los trabajadores electorales por haber "administrado una elección imparcial y libre en un momento increíblemente difícil" para la historia del país y recordó que los empleados encargados del proceso han estado "bajo constantes ataques" en las últimas semanas.
El cierre del escrutinio oficial en Pensilvania da finalmente a Biden una ventaja de más de 80.000 votos sobre Trump.
Por otro lado, la secretaria de Estado de Nevada, la demócrata
Barbara Cegavske, compareció ante la Corte Suprema estatal para presentar el escrutinio definitivo y darle carácter oficial con la firma de los jueces, lo que
blinda la victoria de Biden por más de 30.000 votos en el estado del juego legalizado, sobre un total de 1.400.000 sufragios.
Del total de votos emitidos en Nevada, la mitad fueron por correo, mientras que el 41% de los electores votó por adelantado, de manera que sólo el 9% del electorado acudió a las urnas el día mismo de las elecciones, algo insólito y que se explica por los efectos de la pandemia de covid-19.
La oficialización de los resultados en estos estados clave se da después de la anunciada ayer por Michigan y el pasado viernes por Georgia, tres de los estados que Biden arrebató a Trump en las elecciones y que apuntalan la victoria del demócrata.
No obstante, el Mandatario se mantiene desafiante, no ha reconocido su derrota y hasta
ha apoyado un nueva petición de recuento en Georgia, que con toda seguridad solo servirá para retrasar el cierre definitivo del escrutinio y no cambiará el resultado final.
Aun así, el gobernante dio el lunes luz verde al inicio de la transferencia de poder a Biden, después de que Emily Murphy, responsable de la Administración Federal de Servicios (GSA, en sus siglas en inglés), iniciara el proceso de transición desbloqueando recursos para que el equipo del demócrata vaya tomando control de la burocracia federal.
Esta mañana Trump aseguró en un tuit que Murphy ha hecho "un gran trabajo", pero que la GSA no determina "quién será el próximo presidente de los Estados Unidos".
El líder republicano ha intentado frustrar la burocracia electoral por que, una vez confirmado el conteo de cada estado, estos consignan los compromisarios que les corresponden dentro del sistema de Colegio Electoral el 14 de diciembre y transmiten el resultado al presidente del Senado y vicepresidente, Mike Pence, el 6 de enero.
Una vez confirmado que Biden supera los 270 votos electorales, el presidente electo inaugurará su mandato en una ceremonia frente al Capitolio el 20 de enero.