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Entre el covid, la crisis y la sombra de Cristina: Los hitos del primer año de gobierno de Alberto Fernández

El 10 de diciembre de 2019, el Mandatario argentino llegó a la Casa Rosada con el objetivo de recuperar al país en materia económica y poner fin a la polarización, en un año que ha estado lleno de dificultades.

10 de Diciembre de 2020 | 08:00 | Por Ramón Jara A., Emol
El 10 de diciembre de 2019, Alberto Fernández se convirtió en Presidente de Argentina, reemplazando así a Mauricio Macri, a quien había vencido semanas atrás. Su llegada a la Casa Rosada no significaba solamente la derrota de la centroderecha trasandina, sino también el regreso al poder del kirchnerismo, representado por la ahora vicepresidenta Cristina Fernández. Desde ese día, el Gobierno ha debido enfrentar una serie de dificultades, en un año marcado por la pandemia de covid-19 y los problemas económicos.

  • Un cambio de timón

    Alberto Fernández llegaba al poder el 10 de diciembre de 2019 como abanderado de la oposición, luego de una larga negociación que lo incluyó a él, a la ex Presidenta Cristina Fernández y al ex candidato a la Casa Rosada y líder del peronismo disidente Sergio Massa. Con esta alianza, el ex jefe de gabinete de Néstor Kirchner logró triunfar sobre el entonces Mandatario, Mauricio Macri, en una Argentina sumida en una severa crisis económica y una profunda división social.

    Fernández, entonces, asumía el poder con el compromiso de cerrar esa "grieta" histórica, con un primer discurso marcado por la unidad: "Quisiera que seamos recordados por haber sido capaces de ayudar a volver a unir a la mesa familiar (…) Quisiera que seamos recordados por haber sido capaces de superar la herida del hambre en la Argentina (…) Quisiera que dejemos como huella haber reconstruido la casa común con un gran proyecto nacional, un Acuerdo Estratégico para el Desarrollo", decía en la ceremonia de investidura.

    El Mandatario también buscaba darle un cambio de timón al país vecino, y así lo hizo saber el 1 de marzo pasado en su discurso ante el Congreso, donde anunció una serie de proyectos como la reforma judicial, la legalización del aborto, la creación de un Consejo Económico y Social y una reforma a la Ley de Inteligencia.

    El líder peronista también se desmarcaba de su antecesor en materias de política exterior: acogió a Evo Morales después de que dejara Bolivia tras renunciar al poder y también enfrió las relaciones entre Argentina y Brasil, comandado por el derechista Jair Bolsonaro.

  • Llegó el covid-19

    En marzo, Alberto Fernández debió enfrentar la crisis mundial causada por el covid-19. Ya confirmados los primeros casos, y con la amenaza de que el número de contagios podría subir de forma exponencial, el Mandatario decreta el 20 de marzo cuarentena total en todo el país durante dos semanas.

    Al principio, la evaluación era positiva. Los expertos hablaban de una conducción correcta, centrada en la unidad: se venía el fin de la "grieta", decían algunos, mientras veían al Mandatario trabajando en conjunto con figuras opositoras, como el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Por otro lado, los niveles de aprobación del Presidente subían como la espuma en las encuestas, superando incluso el 80%. Mientras tanto, el Gobierno se vanagloriaba del buen manejo e incluso comparaba sus cifras con las de otros países como España, Chile y Suecia.

    Pero esos primeros 14 días de encierro fueron ampliándose. El llamado de las autoridades era al cuidado, pero los casos seguían al alza y la economía se fracturaba aún más. En medio de eso, la popularidad del Presidente bajaba e incluso grupos de manifestantes se juntaban en las calles para protestar contra las medidas de Fernández.

    La cuarentena duró varios meses. En vista de la complicada situación, el Gobierno fue permitiendo la reapertura de locales comerciales, bares y colegios e incluso hace unas semanas reabrió las fronteras pensando en la temporada de vacaciones de verano.

    Por el momento, Argentina lleva más de un millón y medio de casos de covid-19 y superó las 40.000 muertes. "El peor tiempo parece estar culminando, ojalá Dios nos ayude y nos permita vacunar a la mayor cantidad de argentinos en el verano, y que una eventual segunda ola no frustre el esfuerzo que en conjunto estamos haciendo todos por volver a reconstruir un país que otros destruyeron", manifestó el Presidente Fernández.

    La semana pasada, el Mandatario destacó que se prevé vacunar a 300.000 personas contra el covid-19 antes de fines de año, con las dosis que llegarán de la Sputnik V rusa, mientras que se estima que se abarcará a otros 10 millones entre enero y febrero próximos.

    El Ejecutivo tiene la intención de usar también otras vacunas, como la del laboratorio británico AstraZeneca, con quien este sábado firmó un acuerdo para el suministro de unas 22 millones de dosis, cuya llegada al país está prevista para el primer semestre de 2021.

  • Problemas económicos

    Alberto Fernández tomó un país sumido en una profunda crisis económica. Es más, este hecho fue una de las detonantes para que Mauricio Macri no lograra la reelección. En esa línea, el líder peronista sabía que se le venía una tarea dura, pero estaba esperanzado en encontrar una salida.

    Actualmente, la economía argentina se encamina a una contracción del PIB de 11,8%, mientras el país sufre una inflación endémica que está en un 37,2% anual, con una pobreza que alcanza al 40,9% de la población y unas reservas menguantes de divisas que presionan el tipo de cambio.

    Asimismo, hay tres palabras que están clavadas en la mente de todos los argentinos: Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante su administración, Macri suscribió en 2018 un acuerdo con la entidad multilateral por unos 57.000 millones de dólares, de los cuales el país recibió unos 44.000 millones.

    Ante esto, el Gobierno de Alberto Fernández renunció a los tramos pendientes, pero la recesión que empeoró con el golpe del covid-19, obligó al Ejecutivo a buscar un nuevo acuerdo, por lo que negocia un programa con el FMI para obtener liquidez en medio de la crisis.

    A finales de noviembre una misión del FMI concluyó su visita a Buenos Aires para allanar la negociación para un nuevo plan de crédito e informó que comenzaron a "delinear los contornos de un programa". Actualmente las conversaciones siguen en Washington a cargo de una delegación argentina.

    El ministro de Economía trasandino, Martín Guzmán, indicó que su gobierno busca que el plan de estabilización para la economía del país sea una "política de Estado", lo que incluye que un eventual programa con el FMI sea enviado al Congreso para su aprobación.

    En noviembre, Guzmán indicó que cree que sería "sano" que las decisiones de pedir préstamos en divisas extranjeras tengan la aprobación del Congreso.

  • La sombra de Cristina

    El año de Alberto Fernández también ha estado marcado por la presencia en la Casa Rosada de su vicepresidenta, Cristina Fernández, figura divisoria en la política argentina y cuya participación en el Ejecutivo trasandino le ha traído algunos problemas al Mandatario. Después de un tiempo distanciados, ambos dirigentes políticos sellaron en 2019 sus diferencias y forjaron un pacto opositor con la idea de recuperar el Gobierno para el peronismo.

    Ahora, la gran crítica que se le hace a la ex Presidenta argentina tiene relación con sus presuntas ganas de no querer perder el poder. Al menos, ha logrado instalar en el Ejecutivo a personas de su confianza y miembros de La Cámpora, el movimiento liderado por su hijo, Máximo Kirchner.

    "A la ex mandataria le bastó con contadas y calculadas apariciones en redes sociales o con cartas públicas para mostrar la centralidad que sigue ocupando en el tablero político", señaló el diario Clarín sobre Cristina que, no obstante, se ha cuadrado públicamente con Alberto Fernández y se ha cansado de señalar que las decisiones finalmente pasan por él.

    Pero sí han habido desencuentros relativos al manejo del país, lo que ha quedado demostrado con la salida de algunas figuras del Gobierno resistidas por el kirchnerismo, como el ex director de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) Alejandro Vanoli y la ex ministra de Vivienda, María Eugenia Bielsa, quienes fueron reemplazados por miembros kirchneristas.

    Ejemplo de estas diferencias son las propias palabras de Cristina Fernández, quien en la misma carta de octubre donde se cuadró con el Presidente argentino, habló de "funcionarios que no funcionan" al interior del Ejecutivo.

  • Otros hechos que han marcado

    El Gobierno de Alberto Fernández también ha tenido otros hitos, como la intervención y el posterior intento de expropiación de la empresa agropecuaria Vicentin, una de las más grandes de Argentina que estaba al borde de la quiebra. La medida generó alta resistencia en el país vecino, al punto de que el Mandatario finalmente desistió de la idea.

    Otro hecho que marcó este primer año tuvo que ver con las tomas de terreno en distintos puntos del país. La más mediática fue la de Guernica, donde vivían más de 500 familias. Finalmente, se llevó a cabo un inmenso desalojo que tuvo algunos episodios violentos. También hizo noticia la toma del fundo de la familia del ex ministro de Agroindustria del Gobierno de Mauricio Macri, Luis Miguel Etcheverehe, apoyada por su hermana Dolores, con el fin de realizar una cooperativa agrícola organizada por una agrupación liderada por Juan Grabois, cercano al peronismo.

    Asimismo, el Ejecutivo ha tenido que enfrentar las diversas protestas callejeras en su contra que han crecido en los últimos meses y una manifestación de los policías de Buenos Aires, que exigían mejoras económicas e incluso llegaron a la residencia presidencial de Olivos, lo que también fue bastante criticado.

    Con todo, el Gobierno de Fernández ha conseguido algunos hitos como la presentación del proyecto de ley de legalización del aborto que ahora se discute en el Congreso y la aprobación de la ley de impuesto a la riqueza para combatir la pandemia, que grava por única vez a los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos argentinos (2,5 millones de dólares), equivalente a unas 12 mil personas. Con esto, la Casa Rosada pretende recaudar unos 3.500 millones de dólares.

    También tocó al Gobierno un hecho externo, como la muerte de Diego Armando Maradona. Tras su deceso, el Gobierno ofreció la Casa Rosada para el velorio, lo que congregó a cerca de un millón de personas en plena pandemia, en una jornada que terminó con enfrentamientos entre barristas y la policía y dejó diversas críticas.

Contenido: Ramón Jara, Emol | Diseño: Johanna Mellado, Emol.
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