El Senado de Argentina se encamina a votar la madrugada del miércoles si legaliza el aborto hasta la semana 14 de gestación, dos años después de que una iniciativa similar fuera rechazada en la cámara alta.
El presidente de centro-izquierda Alberto Fernández es el impulsor de la iniciativa inspirado en los principios de la organización Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, identificada con el verde, color que tiñó manifestaciones multitudinarias.
"Hoy es un día de esperanza, vamos a comenzar a debatir un proyecto que evitará más muertes injustas", sostuvo Norma Durango, senadora del gobernante Frente de Todos (FdT).
La sesión, que transcurre con algunos congresistas presentes en la sala y otros participando de forma remota, comenzó a las 16.00 locales, con la asistencia de 67 senadores, sobre un total de 72 escaños, y 58 oradores anotados.
Un proyecto para legalizarlo fue rechazado en agosto de 2018 por el Senado, por 38 votos a 31, con dos abstenciones. En esta ocasión, si bien las las fuerzas se mostraban parejas, durante la noche tres senadores indecisos anunciaron su respaldo a la iniciativa.
Los números previos indicaban un empate en 34 votos por lado, con cuatro indecisos o posibles abstenciones a la hora de la votación. En esta lista figuraban los senadores de bloques provinciales Lucila Crexell (Movimiento Neuquino) y Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), y los radicales Oscar Castillo (Catamarca) y Stella Olalla (Entre Ríos).
Sin embargo, pasadas las 21.30, Olalla sostuvo que "el Estado argentino es un Estado laico, como lo dice la Constitución. Es independiente de las cuestiones de conciencia, prescinde de lo religioso", anticipando su voto favorable.
La siguió, media hora después, la senadora Crexell. "No cambié mis creencias, cambié el enfoque de la problemática del aborto clandestino. Muchas mujeres que abortaron sufrieron una justicia injusta. La criminalización pone en riesgo a las mujeres. Voy a acompañar este proyecto", dijo, luego de destacar que: "los abortos no deberían existir, pero los abortos existen: fracasó la estrategia punitiva".
En tanto, más tarde se sumó Sergio Leavy. "Personalmente, me opongo, odio el aborto. Ningún legislador está de acuerdo con el aborto. Nadie lo quiere. Pero existe", comenzó Leavy, quien en 2018 votó en contra la iniciativa.
"Me di cuenta que esto no se trata de mí, que es una situación que le compete a miles de mujeres", continuó, para agregar que la denominada ley de los Mil Días terminó de convencerlo. "Si mi voto ayuda a salvar a una mujer, voto a favor y que sean Dios y la Patria la que me lo demanden", concluyó.
Las conjeturas sobre el desenlace de la sesión contemplan la ausencia de dos declarados senadores contrarios a la legalización de la IVE. Uno de ellos está de permiso luego de ser denunciado por acoso sexual y el otro, el ex presidente Carlos Menem, de 90 años, está hospitalizado grave con dolencias cardíaca y renal.
En caso de igualdad, el reglamento marca que desempata la titular del cuerpo, la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se declaraba antilegalización hasta 2018, cuando cambió su postura.
Hasta ahora en Argentina el aborto sólo se permite en caso de violación o de riesgo de vida para la mujer, legislación que rige desde 1921.
La iniciativa prevé la objeción de conciencia individual o de un establecimiento de salud, aunque los objetores tendrán obligación de derivar a la paciente a otro centro hospitalario.
Si gana el "sí" Argentina se sumará a Uruguay y Cuba, únicos países en donde el aborto es legal en América Latina. También está autorizado en Ciudad de México.