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Comienza la carrera electoral en Filipinas: Quiénes son los que buscan suceder a Rodrigo Duterte

Este viernes partió la inscripción de postulantes a la Presidencia, el Parlamento y otros cargos locales de cara a las elecciones de mayo de 2022.

01 de Octubre de 2021 | 12:28 | AFP/Editado por Ramón Jara A., Emol
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La leyenda del boxeo Manny Pacquiao ya inscribió su candidatura.

Reuters
La temporada electoral en Filipinas comenzó oficialmente este viernes con 18.000 cargos en juego, incluida la presidencia, y un variopinto elenco de candidatos que incluye al ex boxeador Manny Pacquiao, celebridades televisivas, hijos de mandatarios o incluso un preso.

Los candidatos comienzan este viernes su inscripción, un proceso de una semana que suele marcar el pistoletazo de salida a siete largos y ruidosos meses de campaña electoral, aunque la pobreza económica y la pandemia pueden minar el ambiente festivo en esta ocasión.

Se espera que unos 60 millones de votantes acudan en mayo a las urnas para decidir, entre otras cuestiones, quién será el sucesor del Presidente Rodrigo Duterte, a quien la constitución le impide presentarse a un segundo mandato.

Todavía casi igual de popular en las encuestas que cuando ganó en 2016 prometiendo limpiar de drogas el país, Duterte ha declarado que se postulará a la vicepresidencia.

Entre los principales candidatos a sucederle se encuentran su hija Sara Duterte o Ferdinand "Bongbong" Marcos, hijo del antiguo dictador con el mismo nombre.

A la carrera deben sumarse también el popular boxeador recientemente retirado Manny Pacquiao y el ex actor y alcalde de Manila Francisco Domagoso, más conocido por su nombre artístico Isko Moreno.

Actualmente senador, Pacquiao acudió a inscribirse en un autobús decorado con el lema "Hombre del Destino" y escoltado en la carretera por numerosos seguidores con pancartas del púgil y banderas de Filipinas.

Las campañas electorales en esta caótica democracia son verdaderos espectáculos. Los candidatos suelen invitar a celebridades a sus actos y, en vez de explicar sus políticas, deben mostrar su carisma, cantar o bailar.

"Es un circo", dijo el analista político Tony La Vina a AFP. "La gente siente que, en ese instante, ellos son los jefes y deben ser cortejados por los pretendientes a los que piden cantar, bailar o actuar como payasos", añadió.

En esta ocasión, sin embargo, la pandemia puede hacer que la campaña sea menos festiva aunque, probablemente, igual de mortífera en un país donde algunos no dudan en acudir a la violencia para eliminar a sus rivales.

La política filipina está dominada por poderosos clanes que copan todos los niveles de la administración ante la ausencia de un sistema de partidos fuerte.

Tener los bolsillos llenos suele ser esencial en un país plagado de pobreza, corrupción y una histórica cultura de clientelismo.

"El personal electoral todavía puede ir puerta por puerta comprando votos", dijo a AFP un veterano observador de la política filipina. "El dinero fluye como agua", aseguró.

La incógnita Duterte

Para el analista Richard Heydarian es demasiado temprano para señalar un favorito en la siempre imprevisible carrera presidencial.

"Solo hay una ronda, por mayoría directa. No hay una segunda vuelta, solo necesitas ganar más votos que nadie más", dijo Heydarian.

"Solo hay una ronda, por mayoría directa. No hay una segunda vuelta, solo necesitas ganar más votos que nadie más"

Richard Heydarian
"Dependerá mucho de quién concurra, cuántos se postulen, de los debates presidenciales y de qué tipo de travesuras hagan los candidatos", dijo.

Duterte todavía no ha anunciado su favorito.

Muchos esperaban que fuera su hija Sara, quien previsiblemente lo proteja de cargos criminales ante la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) a su violenta guerra contra el narcotráfico.

Sin embargo, ella dijo que no se presentaría si Duterte compite por la vicepresidencia.

Puede ser una táctica porque los filipinos "aman a los candidatos reticentes", dijo a AFP el politólogo de la Universidad de Filipinas Jean Franco.

En condiciones normales, un apoyo presidencial sería "un beso de la muerte" para el agraciado, dijo Jorge Tigno, encuestador en Social Weather Stations.

Pero en el caso de Duterte puede ser diferente. Según sus sondeos, el Presidente apenas ha perdido dos puntos de aprobación durante su mandato, del 64% en 2016 a 62 en junio.
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