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Quién es Yunior García y el golpe que significa para la disidencia cubana su inesperado viaje a España

El líder y fundador de la plataforma Archipiélago abandonó la isla de forma sorpresiva. Su salida afecta a los movimientos opositores, que lo veían como una voz joven y vital en su lucha por un cambio político en el país.

18 de Noviembre de 2021 | 17:56 | Redactado por Ramón Jara A., Emol/AFP
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AFP
El miércoles, Yunior García arribó al aeropuerto de Madrid junto a su esposa, llamando la atención de toda la comunidad internacional y, especialmente de su Cuba natal. No se trata de una persona común: desde hace unos meses este guionista y dramaturgo se convirtió en una de las voces más potentes de la oposición al Gobierno de Miguel Díaz-Canel. Por eso, dos días después de la frustrada marcha de la disidencia a la que él mismo convocó, su presencia en España está dando que hablar.

Los días previos a su repentino viaje no fueron agradables. A raíz de la convocatoria a la manifestación que no fue autorizada por las autoridades, García denunciaba que no podía salir de su hogar en La Habana desde el fin de semana, puesto que estaba siendo custodiado por agentes del Estado. Asimismo, se encontraba incomunicado, sin posibilidad de usar su teléfono móvil. Este hostigamiento, aseguró, lo llevaron a tomar esta fuerte decisión.

Las cosas, dice, venían complicadas de hace un tiempo. Hace unas semanas, la televisión estatal le dedicaba un reportaje denunciando la convocatoria a la marcha del 15 de noviembre como una "provocación" y acusándolo de estar apoyado por Estados Unidos "que promueve la desestabilización en Cuba e insta a la intervención militar".

García también denunciaba malos tratos en las oficinas públicas. "Me llamaban mercenario (...). Yo les decía, ¿ustedes saben quién me paga o cuánto cobro?, cuando les explique que mi único trabajo es con el Estado, que a mí me paga el Consejo de las Artes Escénicas, con quien trabajo, y que mi salario no llega a los 4.000 pesos (166 dólares)".

Ahora, el dramaturgo se encuentra en España. Una situación que complica a la disidencia cubana, al perder a uno de sus líderes. Él asume el costo, aunque ha recalcado que seguirá luchando para cambiar el escenario político en la isla.

El cambio

Nacido en Holguín (este), Yunior García es conocido desde hace tiempo por sus obras teatrales y sus guiones para televisión y cine.

Pero después del 27 de noviembre de 2020, cuando cientos de artistas manifestaron en reclamo de mayor libertad de expresión, asumió otro papel incluso muy a su pesar: se convirtió en el representante de una nueva generación crítica del gobierno, que incluye a artistas, periodistas independientes y académicos, la mayoría ajenos a partidos políticos.

Y el 11 de julio, cuando la isla se vio sacudida por masivas manifestaciones espontáneas e inéditas desde la revolución de 1959, no dudó en participar. Intentó reclamar minutos ante la televisión estatal, pero acabó detenido, quedando libre al día siguiente.

Yunior García optó entonces por crear Archipiélago, un grupo de debate político en Facebook que pretende ser un laboratorio para una "Cuba plural", en el país donde el único partido permitido es el Comunista. La convocatoria para la protesta del 15 de noviembre nació entre sus casi 27.000 afiliados.

"El poder en Cuba ha tenido la oportunidad de lujo de lavar su rostro ante el mundo, sobre todo después de la represión violenta del 11 de julio, francamente yo en algún momento esperé que actuaran de forma sensata (...) de que intentarían mostrar una imagen de tolerancia y de que permitirían una marcha pacífica", confió.

Sin embargo, para el gobierno, detrás de sus demandas están los intereses de su viejo enemigo, Estados Unidos, que en últimos años ha endurecido el embargo hacia la isla.

"El poder en Cuba ha tenido la oportunidad de lujo de lavar su rostro ante el mundo, sobre todo después de la represión violenta del 11 de julio, francamente yo en algún momento esperé que actuaran de forma sensata (...) de que intentarían mostrar una imagen de tolerancia y de que permitirían una marcha pacífica"

Yunior García
Los organizadores "tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba", aseguraron las autoridades,

García aseguraba entonces: "No queremos excluir a nadie ni siquiera a ellos, los comunistas. Queremos un país donde todos quepamos, un país plural donde se respeten los derechos de absolutamente todos los ciudadanos".

Y hace un mes ya sabía que era probable que no lo dejaran marchar el 15N: "Yo sé que van a hacer lo imposible por impedirlo" (su presencia). "Claro que sé que van a intentar detenerme, quizás me pongan vigilancia frente a la casa para que no pueda salir", pero "trataré de arreglármelas".

Pesar en la oposición

Pero García no pudo marchar y, finalmente, tomó el avión rumbo a España, donde obtuvo una visa de turista. La situación, claramente, afectó a la disidencia en la isla. "Quiero imaginarme, por lo que lo conozco, que a él le hubiera gustado realmente marchar y que no se lo permitieron, quiero imaginarme que no tuvo la menor salida a la situación que se le creó, sé que había presiones familiares fuertes, se sabe que se presiona a la familia alrededor, pero de todas maneras, es una decisión muy controversial", observa Juan Pin Vilar, un cineasta que fundó con García el grupo Archipiélago.

"La única manera que yo podía evitar que me silenciaran era escapando", dijo el miércoles el dramaturgo, en una entrevista en el canal de YouTube "Derecho de Réplica" de Ian Padrón, un opositor cubano que vive en Estados Unidos.

Este jueves, en su primera rueda de prensa en Madrid, admitió que su abrupta salida del país asestó un porrazo a la disidencia cubana: "Lo sé, lo entiendo, ha sido un golpe doloroso (...) pero estoy convencido de que, como tengo yo mismo que sanar mi dolor, ese dolor de otros y esa decepción de otros también va a sanar".

"Él optó por no ser detenido, entonces obviamente no salió a la calle" a manifestarse, estimó el ex diplomático Carlos Alzugaray. Pero, "obviamente, hay mucha gente que se la jugó y que ahora está presa; eso no es muy bonito", agregó, mientras la plataforma disidente Cuba Decide denunciaba un centenar de arrestos.

Por otro lado, el disidente moderado Manuel Cuesta, de 58 años, aseguraba que en "los últimos años, no creo que haya un activista que haya recibido una presión tan intensa en tan corto tiempo, un intento de asesinato moral en los medios de comunicación", como Yunior García.

"Debo ser honesto también, no es la mejor noticia para el movimiento político, el movimiento disidente", admite Cuesta, quien estuvo arrestado unas horas el lunes, cuando iba a manifestarse. Recalca que la salida de Yunior duele porque asumía "un liderazgo joven".

Para las autoridades, "hay una victoria a corto plazo (...), pero creo que a mediano plazo la sociedad cubana está haciendo un nivel de demanda, a unos niveles tan profundos que creo que se impone, en algún momento, la necesidad de una transformación profunda", estimó el opositor.

Y "las demandas de los cubanos, al contrario de lo que se pensaba, no van solo por el estómago, ya van también hacia las libertades", indicó.
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