Más de 5.000 personas fueron detenidas en Kazajistán en relación a los disturbios que han sacudido el mayor país de Asia central esta semana, informó el domingo la prensa local, citando a las autoridades.
En total, 5.135 personas fueron arrestadas en el marco de 125 investigaciones diferentes, declaró el ministerio del Interior, citado por los medios.
Kazajistán, un país de 19 millones de habitantes rico en hidrocarburos, fue escenario esta semana de una serie de disturbios sin precedentes desde su independencia en 1989, que han causado decenas de muertos.
La movilización empezó el domingo pasado en las provincias por el aumento del precio del gas, y se extendió a grandes ciudades, sobre todo a Almaty, la capital económica, donde estallaron los disturbios. La policía disparó con balas reales contra los manifestantes.
Según el ministerio del Interior, citado el domingo en la prensa, los daños materiales se evaluaron a cerca de 200 millones de dólares.
Más de 100 comercios y bancos fueron saqueados y más de 400 vehículos destruidos, según la misma fuente.
Uno de los detenidos es el exjefe de los servicios de inteligencia de Kazajistán, quien fue capturado por sospecha de traición, informó el sábado la agencia de seguridad del Estado, en momentos en que la ex república soviética toma medidas enérgicas contra una ola de disturbios y comienza a perseguir a los responsabilidades.
La detención de Karim Massimov fue anunciada por el Comité de Seguridad Nacional, que dirigió hasta que fue despedido por el presidente Kassym-Jomart Tokayev el miércoles, tras las violentas protestas en la nación centroasiática.
