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Miembro de la OTAN y amigo de Rusia: El particular rol de Bulgaria en la crisis de Ucrania

Se sumó al bloque occidental en 2004, pero siempre ha apostado por cultivar una buena relación con Moscú, razón por la cual ha tomado una postura distinta a la de sus aliados.

31 de Enero de 2022 | 16:36 | EFE/Editado por Ramón Jara A., Emol
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Kiril Petkov, primer ministro de Bulgaria.

AFP
Bulgaria rechaza la exigencia rusa de que la OTAN se retire de su territorio y de la vecina Rumania, pero tampoco comparte el entusiasmo rumano por afianzar la presencia militar occidental en el Mar Negro, y es reticente a permitir el despliegue de más tropas aliadas en su territorio.

En medio de la crisis por la concentración de tropas rusas junto a la frontera con Ucrania, el ministro de Defensa de Bulgaria, Stefan Yanev, anunció que su Gobierno propondrá a la OTAN la creación en territorio búlgaro de un batallón de hasta un millar de soldados.

"Será un batallón nacional", subrayó Yanev, que afirmó que estará dirigido por mandos búlgaros y que la presencia de militares de otros países de la OTAN se limitará a un pequeño número de efectivos que compense las carencias de sus Fuerzas Armadas.

La actitud de Bulgaria contrasta con la de sus vecinos rumanos al norte del Danubio.

Allí, el Gobierno ha agradecido a Estados Unidos y a Francia su disponibilidad a desplegar más tropas en Rumanía, cuya actitud decididamente pro-occidental la ha convertido en el baluarte de la Alianza en el sureste de Europa.

Rusia y el gas

Las reticencias búlgaras a recibir más tropas occidentales se deben, en parte, a su histórica relación de amistad con Rusia.

El presidente búlgaro, Rumen Radev, provocó el enfado de Estados Unidos al referirse a Crimea, territorio ucraniano anexionado ilegalmente por Moscú en 2014, como "actualmente rusa" antes de su reelección en el cargo el pasado noviembre.

Radev, que fue general del Ejército, cuenta con el apoyo del partido socialista PSB, que se caracteriza por ser prorruso.

Pero hay también razones más prosaicas detrás de los deseos de la clase política búlgara de no enemistarse demasiado con Rusia.

"Bulgaria debe apuntalar su seguridad energética, que depende en un 97% de Gazprom", dice a Efe el analista Vladimir Chukov.

Además de importar de Rusia casi todo el gas y el petróleo que consume, Bulgaria depende del Kremlin para garantizar el funcionamiento de su Ejército, que apenas ha sido modernizado y aún precisa de técnicos rusos para el mantenimiento de muchos de sus equipos de fabricación soviética.

Sin referencias a las sanciones

Bulgaria ha evitado hasta el momento plantear la posibilidad de sanciones europeas a Rusia en caso de una nueva agresión contra Ucrania, algo que sí ha hecho rotundamente la diplomacia rumana.

En este sentido, el primer ministro búlgaro, el reformista pro-europeo Kiril Petkov, ha insistido en la necesidad de un "diálogo constructivo" que lleve a una "desescalada de la tensión" de la UE con Rusia, que afectaría a Bulgaria más que a otros países miembros que tienen relaciones más frías con Moscú.

Cazas españoles para Bulgaria

Parte de las deficiencias militares búlgaras tienen que ver con su fuerza aérea. Bulgaria cuenta para defender sus cielos con 14 cazas soviéticos. Según fuentes contactadas por Efe, nueve de estos cazas no pueden despegar por falta de mantenimiento.

Bulgaria tiene, además, otros 14 aviones militares, de los que solo siete están en condiciones de volver.

Ante este panorama, España y Holanda enviarán varios cazas al país balcánico para ayudar en las labores de vigilancia y disuasión de Rusia en el Mar Negro.

El Gobierno búlgaro se ha apresurado a aclarar que la inminente llegada de estos aviones no se debe a la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania, y asegura que la operación estaba programada desde hace meses y forma parte de los operativos multinacionales que la OTAN lleva a cabo periódicamente en la zona.

Frontera de Occidente

Bulgaria fue considerada durante la Guerra Fría el satélite más fiel de la Unión Soviética, a pesar de lo cual entró en 2004 a la OTAN y en 2007 en la UE, siempre junto a la vecina Rumania.

La invasión rusa de Crimea en 2014 hizo de estos dos países ribereños del Mar Negro puntos clave de la arquitectura de seguridad de la OTAN en su frontera suroriental.

Rumania tiene una larga historia de experiencias negativas con Rusia y se ha volcado en ese papel. Bulgaria es más ambivalente y trata de conjugar su pertenencia a la OTAN con sus lazos históricos que le unen a Rusia.
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