La esperanza de evitar una guerra en Ucrania aumentó el miércoles tras los esfuerzos diplomáticos de estos días, que han creado "posibilidades reales" de desescalar la crisis entre Kiev y Moscú, según las autoridades ucranianas, y han dado "señales positivas", según el Kremlin.
"Hoy existen posibilidades reales de un arreglo diplomático", declaró el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, para quien la situación está "tensa, pero bajo control".
Las amenazas de sanciones "sin precedentes" en caso de ataque por parte de Rusia, así como el intenso diálogo de los últimos días, podrían alejar el fantasma de la guerra en Europa, según el gobierno ucraniano.
El canciller alemán,
Olaf Scholz, también se congratuló el miércoles por el "progreso" realizado tras los numerosos intercambios diplomáticos entre Rusia y los países occidentales. "La misión es garantizar la seguridad en Europa, y creo que lo conseguiremos", añadió.
Francia también se felicitó de que la gira del Presidente Emmanuel Macron a Moscú, Kiev y Berlín lograra su "objetivo" y permitiera "avanzar" para rebajar la tensión, estimó el miércoles la presidencia gala.
"Ha habido señales positivas de que una solución para Ucrania podría basarse solamente cumpliendo los acuerdos de Minsk", dijo por su parte el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al referirse a los acuerdos firmados en 2015 luego de que Rusia anexionó a Crimea.
No obstante, Peskov matizó señalando que no hubo una indicación por parte del presidente ucraniano Volodimir Zelenski de que "esté dispuesto a resolverlo rápidamente".
Rusia, que recibió la visita de Macron el lunes, se prepara para otra de dos días de la jefa de la diplomacia británica, Liz Truss. Y el primer ministro británico, Boris Johnson, viaja a Polonia, donde tiene previsto desplegar a más soldados.
En este contexto, Scholz se implica cada vez más, en respuesta a las críticas en las últimas semanas por su discreción y supuesta complacencia con Moscú.
Después de recibir a la jefa del gobierno danés, Mette Frederiksen, este miércoles, el canciller alemán se reunirá el jueves con los líderes de los países bálticos, vecinos de Rusia.
Pese al anuncio del envío de 350 soldados alemanes adicionales a Lituania como parte de una misión de la OTAN, las reticencias de Berlín a permitir que Estonia entregue armas alemanas a Kiev han creado crispaciones en las últimas semanas.
Tras su visita a Washington el lunes para tranquilizar a los estadounidenses sobre la fiabilidad de Alemania, y después de la reunión en Berlín el martes con los presidentes de Francia y de Polonia, Scholz camina en la cuerda floja entre las expectativas de sus socios occidentales y la dependencia de Alemania del gas ruso.