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"Respetuosa y muy cordial": El nuevo trato de las relaciones entre EE.UU. y Venezuela tras casi tres años de distanciamiento

Luego de que Nicolás Maduro confirmara que tuvo una reunión con una delegación estadounidense para discutir una posible reanudación de la compra de petróleo, el vínculo entre ambas naciones alcanzó una nueva instancia.

09 de Marzo de 2022 | 10:26 | Agencias/Editado por Carolina González, Emol.
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Nicolás Maduro y Joe Biden.

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El Presidente Joe Biden anunció ayer la prohibición de compra de gas y petróleo a Rusia como parte de las sanciones impuestas por su ofensiva militar contra Ucrania. En su discurso, el Mandatario prometió que el pueblo estadounidense y que la región no se verían afectados por la decisión. Sin embargo, el líder tenía una carta bajo la manga.

Horas antes de que Biden se dirigiera al mundo ayer desde la Casa Blanca, Venezuela dio a conocer que durante el fin de semana, Nicolás Maduro sostuvo una reunión con una delegación estadounidense para discutir una posible reanudación de la compra de petróleo, pues este país latinoamericano es un de los principales productores de crudo después de Rusia.

El encuentro se llevó a cabo en Caracas y es el primero en casi tres años, luego de que en 2019, Washington rompiera relaciones con Venezuela, tras la imposición de sanciones y acusar a Maduro de fraude electoral. Desde ahí en adelante, la Casa Blanca sostiene que que lo desconoce como Presidente.

Pese a ello, ayer la portavoz del gobierno de Joe Biden, Jen Psaki, declaró que "el propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía, seguridad energética", ante la avanzada sin precedentes de la ofensiva militar por parte de Rusia a Ucrania.

La reunión entre ambas naciones fue calificada por Nicolás Maduro como "respetuosa, cordial y muy diplomática", descripción que podría evidenciar el nuevo trato en las relaciones que tendría Venezuela con Estados Unidos, pues desde que tuvo lugar el encuentro, se han registrado una serie de proximidades entre los países que van más allá de la posible "compra de crudo".

Cambios de ánimos


Estados Unidos reconoce al líder de la oposición Juan Guaidó como el legítimo Presidente de Venezuela, luego de que el diputado se proclamara en el cargo el 23 de enero de 2019. No obstante, Maduro recibió a la delegación visitante como Mandatario en su despacho presidencial con las banderas de ambos países desplegadas.

"Estaban las banderas de Estados Unidos y Venezuela, y se veían muy bonitas unidas", declaró el líder venezolano. Y aunque no se divulgaron los detalles de las conversaciones que duraron dos horas, Maduro aludió a que el problema del alza de precios del petróleo en el contexto del conflicto en Ucrania y el veto a la producción rusa de crudo estuvo sobre la mesa.

"Hemos acordado trabajar en una agenda desde el respeto y la esperanza del mundo, para así poder avanzar una agenda que permita el bienestar y la paz de los pueblos de la región", declaró. En ese sentido, aunque no se mencionaron fechas, Maduro añadió que las conversaciones entre ambos países continuarían.

Una vez concretado el encuentro, los ánimos cambiaron, pues acorde con un análisis realizado por El País, Nicolás Maduro "rebajó" su apoyo "entusiasta" hacia Rusia. Cabe recordar que en estas últimas semanas, Venezuela se ha abstenido de votar en contra de iniciar una investigación contra Moscú, en las asambleas realizadas por la ONU.

Venezuela es el principal aliado de Putin en América Latina y uno de los principales exportadores de petróleo. Su reincorporación a los mercados energéticos de Estados Unidos podría mitigar las repercusiones en las gasolineras de un posible embargo petrolero a Rusia. Pero las discusiones en Caracas fueron rápidamente condenadas por senadores demócratas y republicanos.

"Hemos acordado trabajar en una agenda desde el respeto y la esperanza del mundo, para así poder avanzar una agenda que permita el bienestar y la paz de los pueblos de la región".

Nicolás Maduro
Sin embargo, el conflicto entre Rusia y Ucrania no sería el único incentivo para mejorar las relaciones, ya que desde hace meses el Gobierno de Estados Unidos ha venido señalando la posibilidad de aliviar las sanciones a cambio de mejoras en las condiciones democráticas en el país.

Por su parte, el Presidente venezolano anunció que se retomarían las negociaciones de México, las cuales se quebraron en protesta por la detención del empresario colombiano Alex Saab, que afronta un juicio por lavado de dinero en Miami y es señalado como una de las personas del entorno cercano de Maduro.

"Hemos decidido reactivar con mucha fuerza el proceso de diálogo nacional con todos los factores políticos, económicos, religiosos, culturales del país, más inclusivo, amplio", ha dicho Nicolás Maduro. "Si pedimos diálogo a Ucrania y Rusia, tenemos que dar el ejemplo", concluyó.

Liberación de presos


Otro ejemplo que demuestra las nuevas relaciones entre ambos países, es que el Gobierno de Venezuela hoy dejó libres a dos estadounidenses encarcelados, entre ellos un ejecutivo petrolero retenido junto a varios compañeros desde hace más de cuatro años. El hecho fue celebrado por Joe Biden, en medio de las negociaciones por el petróleo y las sanciones impuestas a Rusia.

Gustavo Cárdenas quedó libre tras una visita secreta al país de altos funcionarios del Gobierno estadounidense, entre ellos el principal funcionario de la Casa Blanca para América Latina y el principal negociador de rehenes del Departamento de Estado. Las autoridades venezolanas liberaron también a Jorge Fernández, arrestado el año pasado por un hecho que Washington describió como "cargos falsos".

"Estos hombres son padres que han perdido un tiempo precioso con sus hijos y con todos sus seres quedos, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia", afirmó el Presidente Biden en un comunicado.

La liberación se produjo horas después de que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, indicara su interés por mejorar las relaciones con Estados Unidos en medio de la invasión rusa a Ucrania y la preocupación en Washington por el aumento de los precios de la gasolina.

Cárdenas y otros cinco ejecutivos de Citgo, la filial de la petrolera estatal venezolana que tiene sede en Houston, estaban detenidos en Venezuela desde 2017, cuando fueron retenidos por agentes de seguridad cuando participaban en una reunión en Caracas. Habían viajado al país para asistir a una reunión en las oficinas de PDVSA.

Fueron condenados a prisión por un plan que nunca fue ejecutado para refinanciar alrededor de 4.000 millones en bonos de la petrolera ofreciendo una participación del 50% en el gigante petrolero como garantía. La fiscalía acusó a los directivos de tratar de beneficiarse del supuesto pacto.

En un discurso televisado, Maduro pareció indicar que estaba dispuesto a acceder a las demandas estadounidenses de reanudar las negociaciones con sus opositores como primer paso para cualquier alivio de las sanciones de Washington que llevan años castigando al país de la OPEP.

Los funcionarios estadounidenses no han señalado otros resultados específicos de las conversaciones, pero apuntaron que las liberaciones reflejaron meses de trabajo para la construcción de una relación entre las dos naciones, especialmente por parte de Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos de rehenes.

Carstens volvió a casa con las manos vacías de un viaje anterior a Caracas en diciembre, que según altos cargos sirvió sin embargo para establecer una relación de confianza y sentar las bases para la liberación del martes. Pero regresó a Venezuela el pasado fin de semana con otros funcionarios del gobierno, entre ellos Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, y esta vez el escenario fue distinto.

El ejecutivo de Biden la describió como la primera visita de un funcionario de la Casa Blanca al país desde que Hugo Chávez tomó las riendas a finales de la década de 1990, y una rara ocasión de discutir cuestiones políticas con el Gobierno de Maduro. Un funcionario dijo que fue "un diálogo constructivo, diplomático pero muy sincero" y que no supuso ningún quid pro quo pero permitió al gobierno estadounidense compartir su "visión del mundo" con el Mandatario venezolano.
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