Los detenidos por la violación grupal.
La Nación, GDA
La joven de 20 años que fue víctima de una violación grupal en el
barrio de Palermo en Buenos Aires, envió una carta pública en la que hizo una dura crítica a cómo se ha tratado su caso en los medios de comunicación, a ocho días de que se cometiera el crimen que conmocionó a toda Argentina.
En la misiva, que la joven hizo llegar a la Agencia Télam a través de su abogado, Hugo Figueroa, la mujer invita a la opinión pública y los medios a "mirar este vínculo desde mi perspectiva, la damnificada", asumiendo que su caso se hizo mediático "debido a la gravedad de los daños causados sobre mi persona y el factor clave de que fue un hecho ocurrido en plena calle porteña, a luz del día, todo lo que ya sabemos".
"Por un lado, me siento muy agradecida por la visibilización que se le dio a mi caso en sentido de la presión que se genera para que se haga justicia, gracias a ello varias personas se contactaron conmigo para solidarizarse y ofrecerme su ayuda en la medida de lo posible, sin embargo, por otra parte,
casi desde el momento inicial de lo ocurrido, me sentí totalmente hostigada por parte de los medios", agregó.
En ese sentido, explicó que "desde el momento en el que pude recobrar un poco de fuerzas no sólo estuve preparándome para el dolor y la angustia que me genera la situación ni todo lo que conlleva pasar por un momento así e iniciar una instancia penal teniendo veinte años, sino también preparándome mentalmente para lo que se venía: la exposición de un caso y de una víctima como un circo mediático".
La víctima dijo estar "muy agradecida por la seriedad y la velocidad con la que se está llevando a cabo la causa" en la que seis hombres se encuentran detenidos por su participación en los hechos. Sin embargo, enfatizó que "cuando las pruebas fílmicas ya están siendo investigadas, ¿por qué seguir televisando las imágenes una y otra vez?".
"Siento que con la sed de justicia social que hay (y bastante morbo en cierta otra parte), se deshumaniza a la víctima de cierta manera", remarcó.
"He visto mucha indignación en las redes y medios a favor de mi persona, que pobre chica, que sufrió un infierno, que la apoyamos, que repudiamos lo que le pasó, que ojalá esté bien... Sin embargo, a pesar de ello, no he visto que ninguno de los medios que trasmitieron ese mensaje de 'apoyo' hayan blureado mi imagen al 100%, creo que ni siquiera se cuestionan (o no quieren hacerlo) que el hecho sea transmitido todos los días en todo momento es revictimizante y me genera mucho dolor ya que claramente lejos de ayudar más que nada hace que me remita al hecho constantemente, cosa se imaginarán, no es para nada saludable luego de una experiencia así", añadió la joven, enfatizando que ha tenido que tomar medidas como desconectar el teléfono de su casa "porque me llamaban constantemente para que dé una nota o incluso se presentaban periodistas en mi domicilio".
La joven, asimismo, recalcó que lo que más le sorprendió y dolió es "la poca responsabilidad que han tenido los medios con la protección de mi identidad", ya que en algunas instancias han transmitido un video en el que aparece su rostro al descubierto sin ningún tipo de autorización e incluso se ha dejado ver su nombre en el panel de un programa de televisión.
"Esta vez fui yo, pero no me gustaría que el día de mañana la dañada sea otra y luego de una situación tan dolorosa deba sufrir también la exposición a que la gente diga lo que le dé la gana y haga de una vivencia horrible, traumática y todos los adjetivos que creo hasta ustedes saben utilizar más que yo, un espectáculo pochoclero que sólo alimenta morbo y genera más dolor. El respeto a la protección de la identidad de la víctima no es un favor, es un derecho", cerró.