La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, criticó este jueves un proyecto de ley que se discute en el Parlamento británico y que tiene la intención de introducir un trato diferenciado a los solicitantes de asilo, así como castigar con el retiro de la nacionalidad a quienes faciliten una inmigración irregular.
En un comunicado publicado por su Oficina en Ginebra, Bachelet advierte que entre las novedades de esta iniciativa legislativa está que los solicitantes de asilo serán tratados de forma diferente dependiendo de cómo lleguen al Reino Unido, de cuándo soliciten el asilo, de la ruta de viaje que hayan utilizado y de sus conexiones en terceros países supuestamente seguros.
Asimismo,
criminaliza la entrada irregular y el hecho de facilitarla, dando poderes a las autoridades para retirar la nacionalidad británica a los nacionales, sin aviso.
Otro aspecto que preocupa a la Alta Comisionada es la propuesta de establecer centros de tramitación de demandas de asilo fuera de sus fronteras, lo que recuerda la política que implementó Australia, con centros de ese tipo -denunciados por las organizaciones humanitarias como centros de detención de los solicitantes- en las cercanas islas de Papúa Nueva Guinea y Nauru.
El proyecto de ley fue elaborado inicialmente por la Cámara Alta del Parlamento británico, pero la Cámara Alta rechazó parte de su contenido, incorporando enmiendas que ahora deberían ser tomadas en cuenta por sus iniciadores.
"Si no se enmienda, el resultado será que la ley penalizará a personas que entran al Reino Unido por medios irregulares como si fuesen criminales, contraviniendo los estándares del derecho internacional", señaló Bachelet.
También dijo que la intención de quitar la nacionalidad a quienes ayuden a los inmigrantes irregulares crearía un problema de apátridas y hasta podría desalentar gravemente el rescate de los inmigrantes, incluyendo en áreas como el Canal de la Mancha.