"Sé cuán decepcionados están esta noche y sacaremos juntos todas las consecuencias de manera objetiva", dijo con pesar la socialista Anne Hidalgo, tras obtener el 1,7% de los votos preliminares en las elecciones presidenciales de Francia.
La abanderada del Partido Socialista francés y actual alcaldesa de París firmó esta noche uno de los peores resultados obtenidos por su colectividad, la cual dominó en décadas pasadas la política del país europeo.
Paralelamente, la candidata conservadora del LR,
Valérie Pécresse, también lamentó el bajo porcentaje que obtuvo en los comicios presidenciales: "Esto es una decepción personal y colectiva. Asumo toda la parte de mi responsabilidad en esta derrota", señaló.
Pero los resultados están lejos de ser una sorpresa para los expertos políticos. De hecho, antes de este domingo, los últimos sondeos ya vaticinaban una brusca caída para los socialistas (2% estimado) y conservadores (9%).
Una de las claves de la decadencia de los dos grandes partidos, que se turnaron el poder desde el inicio de la V República, en 1958, es que Emmanuel Macron, actual presidente francés, "ha logrado aglutinar una buena parte de la izquierda y la derecha moderadas", explicó a Efe el politólogo Damon Mayaffre, del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS).
Además, en ambos casos, su reducido espacio político se ha encogido aún más gracias al alza en popularidad de los dos candidatos extremistas de derecha, Marine Le Pen, quien avanzó al balotaje, y Eric Zemmour; además del izquierdista, Jean Luc Mélechon.
Una elección que profundiza la crisis en el PS
Tras los resultados de esta noche en Francia el peor panorama lo enfrenta el Partido Socialista. El 1,7% logrado por Anne Higaldo viene a profundizar una crisis que comenzó a fraguarse con las cifras obtenidas por Benoit Hamon en las elecciones de 2017 (6,36%).
Tras la debacle de hace cinco años, el PS tuvo que vender en 2018 su histórica sede ubicada en el centro de París, para mudarse a otra más barata en la periferia de la capital gala. Desde entonces sufrió caídas importantes en las elecciones europeas y locales, aunque pudo mantenerse en las regionales.
Mayaffre explica que el PS es víctima de una "
derechización del mapa político", pero también de una falta de brújula: "Ya no representa a las clases populares, que se han ido con Le Pen o con Mélenchon", afirmó.
Los responsables del Partido Socialista habían asumido que se avecinaba una auténtica catástrofe. En los días previos a este domingo, los líderes de la tienda sostuvieron una reunión donde planificaron la hoja de ruta para levantar la histórica formación.
El primer secretario del partido, Olivier Faure, cuyo respaldo durante la campaña a Hidalgo fue tibio, reconoció una derrota "histórica" y apeló a la unión de la izquierda para "construir juntos un pacto de justicia social y ecológica".
Las consecuencias de obtener un bajo resultado pueden ser más profundas que solo un revés político. Bajar del 5% provocará un problema económico, ya que el Estado sólo reembolsa los gastos de campaña por encima de ese porcentaje.
Por su parte, la alcaldesa analizó que en esta primera vuelta aparece "una Francia dividida y con múltiples fracturas, con una extrema derecha en las puertas del poder" y por eso hizo un llamado para evitar la victoria de Le Pen.
Hidalgo insistió en que apoyar el 24 de abril a Macron es un acto "de responsabilidad" que no borra en nada la urgencia de trabajar por el clima y por la justicia social, dos políticas en las que ha sido muy crítica con las realizaciones del presidente durante su mandato.
Por eso dijo que, una vez terminada la elección presidencial, habrá que trabajar para que la izquierda se una de cara a los comicios legislativos que se celebrarán en junio y para el futuro.
Los conservadores esperarán hasta el último voto
La presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, candidata de la derecha moderada, no logró situarse entre los cinco mejores del primer turno.
Pécresse esperará a que se cuente hasta el último voto, porque si supera el 5% de los votos, salvará al partido Los Republicanos de tener que pagar su campaña.
Su periodo como candidata presidencial se desarrolló en una caída permanente. Los últimos sondeos presagiaban que se ubicaría en el 9%, peleando codo a codo con el ultraderechista Éric Zemmour. A la postre, fue superada por este y solo logró un mezquino 4,8%.
Para Damon Mayaffre, los números obtenidos por la conservadora se deben, por un lado, a su ubicación en el mapa político. Hoy el LR está situado entre el ala derecha de Macron y la ultraderecha, que ahora tuvo a dos candidatos fuertes, Le Pen y Zemmour.
La propia candidata lo reconoció en el discurso en el que reconoció su derrota: "Hemos sido víctimas del voto útil".
Mayaffre agregó que Pécresse, fue "una candidata frágil" que dejó "dudas" sobre su estatura como mujer de Estado por "su personalidad y falta de carisma".
Ni siquiera el expresidente Nicolas Sarkozy, la figura de referencia de los conservadores a pesar de sus múltiples problemas judiciales, ha dado su apoyo explícito a la candidata de su partido, que fue ministra durante su Gobierno.
Tras reconocer la derrota, la abanderada conservadora señaló que el futuro de su partido está en las legislativas de junio, cuando aspiran a mejorar este resultado, partiendo de la segunda posición en la Asamblea Nacional que ocupan en la actualidad, por detrás del partido de Macron.
Ahí podrá recuperar el papel central en la política gala que han tenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando han sido esenciales en el sistema creado por el general De Gaulle, con presidentes como Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy.
