Brasil ya tiene nuevo presidente. Casi tres horas después del cierre de los locales de votación, el Tribunal Superior Electoral confirmó
el ajustado triunfo del candidato del PT, Luiz Inácio Lula da Silva, por sobre el actual Mandatario,
Jair Bolsonaro, en el balotaje presidencial celebrado este domingo en el país sudamericano.
De acuerdo con las cifras oficiales, con el 99,53% de las mesas escrutadas, el abanderado izquierdista marcó el 50,88% de los votos, superando a su adversario, que obtuvo el 49,12%.
Esto significa
una diferencia de poco más de 2 millones de votos. En esa línea, la justicia electoral remarcó que la elección ya está matemáticamente definida, dada la escasa cantidad de sufragios que queda por contabilizar.
De esta forma, este balotaje se convierte en el más ajustado de la historia de Brasil, superando a la segunda vuelta de 2014, cuando la candidata a la reelección, Dilma Rousseff, superó por casi 3,5 millones de votos al abanderado opositor, Aécio Neves.
Lula y Bolsonaro llegaron a esta segunda vuelta luego de adjudicarse los dos primeros lugares en la elección presidencial del pasado 2 de octubre. En aquella ocasión, el líder del PT superó al Mandatario por cinco puntos porcentuales, una diferencia de cerca de 6 millones de votos.
Este balotaje también refleja la evidente polarización política de Brasil. En esa línea, Lula tendrá el difícil desafío de liderar un país fracturado y manejar un programa de gobierno con minoría en el Senado.
Será el tercer mandato de Lula da Silva, quien vuelve al Palacio de Planalto después de 12 años, en un periodo que tuvo de todo, desde condenas de cárcel por corrupción a la absolución por parte de la justicia. Pero pese a sus problemas legales,
el dirigente izquierdista siempre conservó una base grande de seguidores, sobre todo en la zona del noreste brasileño.
Con los resultados ya confirmados, queda ver la coordinación entre los equipos de Lula y Bolsonaro de cara al cambio de mando presidencial que se llevará a cabo en Brasilia el 1 de enero de 2023.
