Queda poco menos de un año para que
Argentina celebre elecciones presidenciales. Y si en el oficialismo el enredo es enorme ante la duda de si Alberto Fernández finalmente irá a la reelección o el kirchnerismo impondrá un candidato, en
la oposición las cosas tampoco están tranquilas y no se ve un atisbo de unidad pensando en los trascendentales comicios.
Son varias las figuras que asoman como presidenciables en Juntos por el Cambio -la coalición de centroderecha que supo ser gobierno de la mano de Mauricio Macri- y que aspiran a participar en las primarias. Y pese a los llamados a mantenerse unidos en pos del objetivo común de derrotar al peronismo, las "sacadas de ojo" han sido cada vez más frecuentes. Y peor: estos conflictos se han hecho públicos.
Como el que protagonizó la semana pasada
Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad y aspirante a la Presidencia, quien aparece en un video reprochando duramente a
Felipe Miguel, jefe de gabinete de
Horacio Rodríguez Larreta, quien es a su vez jefe de Gobierno porteño y competidor directo de la ex funcionaria en la carrera por quedarse con la candidatura presidencial de Juntos por el Cambio.
"No me crucés más por la tele porque la próxima te rompo la cara, conmigo no se jode, te lo aviso", le dijo Bullrich al asesor cuando éste se acercó a saludarla en medio de la presentación del último libro de Mauricio Macri. La furia de la actual presidenta de Propuesta Republicana (Pro) fue a raíz de los dichos de Miguel, quien la acusó ante los medios de comunicación de ser "funcional al kirchnerismo".
Las imágenes de la pelea fueron divulgadas hace unos días y abrieron una nueva polémica en Argentina. "Es bastante chocante, es un disparate. Me sorprendió. Una amenaza. La violencia nunca es aceptable y además, si es por opinar diferente, creo que se cruza un límite y en esto hay que ser cuidadosos. Tampoco quiero generar de esto una bola de nieve. Me parece que esto cruza un límite, la violencia es inaceptable", aseguró Felipe Miguel en Radio Mitre.
"No me crucés más por la tele porque la próxima te rompo la cara, conmigo no se jode, te lo aviso"
Patricia Bullrich
Bullrich, lejos de disculparse, justificó su actuar: "Fue una expresión argentina.
Soy una dirigente que no acepta la hipocresía. Felipe Miguel se paseó por los canales diciendo que yo era funcional al kirchnerismo y vino el otro día a abrazarme como si nada. Le dije que conmigo no se meta. Soy la dirigente que más ha tenido clara la discusión con el kirchnerismo y no es el caso del que estamos hablando. Fue un insulto fuerte y después vino tranquilo y sonriente", dijo a la misma emisora.
Este impasse es el claro ejemplo de la crisis interna que vive la coalición opositora. "Desde que Mauricio Macri perdió las presidenciales de 2019, una derrota que dejó heridas que aún no suturaron en el espacio, Juntos por el Cambio carece de un liderazgo claro y lidia con el desgaste de una disputa sin tregua por el armado electoral y la identidad de la fuerza", afirmó el diario La Nación.
Luchas internas
Tanto Patricia Bullrich como Horacio Rodríguez Larreta son protagonistas de esta "disputa sin tregua". Ambas figuras políticas, junto con la diputada María Eugenia Vidal, son referentes del Pro, colectividad que alcanzó la gloria de la mano del ex Presidente Mauricio Macri, quien en las últimas semanas ha vuelto a la escena política trasandina y ha intentado "poner orden", sin demasiado éxito.
Pero esta fragmentación no es exclusiva del Pro. Uno de sus socios en Juntos por el Cambio, la Unión Cívica Radical (UCR), también sufre por las diferencias entre sus correligionarios, mientras que en la Coalición Cívica ARI se cuadran con su gran líder, la ex diputada Elisa Carrió.
Esta última, de hecho, también aparece como opción presidencial, y criticó duramente a Bullrich:
"Patricia debe parar en función del conjunto. Ella es buena persona, pero no sabe parar".
Estas diferencias se hacen evidentes en la coalición. Por un lado, según La Nación, está el ala más duda de derecha, con Macri, Bullrich y Miguel Ángel Pichetto, mientras que el sector más moderado lo integran Rodríguez Larreta, Elisa Carrió y los líderes radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau.
Todas estas peleas continúan mientras que, fuera de la coalición, el economista y diputado libertario Javier Milei toma fuerza como opción presidencial, pudiendo quitarle votos al bloque de centroderecha, que de momento sigue centrado en sus problemas internos.
Pese a todo, Rodríguez Larreta intentó poner paños fríos y aseguró en CNN Radio que Juntos por el Cambio
"no se va a separar, estamos trabajando juntos".
"Es la primera vez desde la vuelta de la democracia que con el peronismo en el Gobierno, ahora llamado kirchnerismo, la oposición se ha mantenido unida, y vamos a seguir unidos, con todas las tensiones que puede haber", remarcó.
El factor Macri
Factor importante en este conflicto es el rol que pueda jugar Mauricio Macri. En medio de las confrontaciones, el ex Presidente argentino ha intentado calmar los ánimos y acercar las posiciones, en busca de la unidad pensando en las elecciones de 2023, cruciales para la oposición.
Según reportan medios locales, el ex gobernante buscó por todas las formas generar una reunión con los máximos referentes del Pro (Bullrich, Rodríguez Larreta y Vidal) para fijar los pasos a seguir pensando en los comicios del próximo año.
La idea, de todos modos, ha generado cierta resistencia. Actualmente,
son varios los dirigentes que están buscando desmarcarse de Macri, a quien ya no reconocen como el máximo referente de la coalición opositora.
Por ahora, la mesa nacional de Juntos por el Cambio (conformada por Macri en su calidad de ex Presidente y los timoneles de los partidos) se reunirá de manera virtual el próximo martes.
"Había premura en JxC por volver a reunir a la conducción nacional del frente opositor, no solo por los últimos cortocircuitos que generó la interna en el seno del macrismo por la sucesión en la Capital y la disputa por la candidatura presidencial, sino también por la falta de articulación en el funcionamiento del interbloque de Diputados en el Congreso, que quedó en evidencia durante la votación del proyecto de Presupuesto 2023", aseguró La Nación.
Ahora, el objetivo del bloque de centroderecha es enmendar el rumbo, antes de que sea demasiado tarde.