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Quién es y por qué está detenido Alaa Abdel Fattah, el egipcio-británico cuya huelga de hambre y agua ha empañado la COP27

Alcanzó notoriedad en su país gracias a la Primavera Árabe de 2011. Desde entonces, se ha vuelto en un crítico de las autoridades y ha pasado la mayor parte de la última década tras las rejas.

12 de Noviembre de 2022 | 07:19 | Redactado por Ramón Jara A., Emol
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AP
Desde el domingo pasado que los ojos del mundo han estado puestos en la ciudad de Sharm el Sheij, en Egipto, donde se está celebrando una nueva edición de la COP27, evento que ha reunido a líderes, activistas y expertos de todo el planeta para discutir y tomar compromisos en torno a la lucha contra el cambio climático. En la cita no han faltado las polémicas, pero por lejos lo más comentado ha sido la huelga de hambre y agua que ha sostenido desde prisión el activista político Alaa Abdel Fattah, cuya situación complica al país organizador y ha desviado la atención de la comunidad internacional y los medios.

A lo largo de la semana, han sido varias las voces que han reclamado por la situación de este activista británico-egipcio que ha pasado en prisión la mayor parte de la última década y que no ha vuelto a salir en libertad desde septiembre de 2019, cuando fue detenido y posteriormente condenado a cinco años de cárcel por difundir noticias falsas.

Desde abril de este año que solo ha consumido leche, miel y té. Esta huelga la intensificó el domingo, día del inicio de la cumbre climática, dejando de consumir agua.

El estado de salud de Abdel Fattah es delicado, asegura su familia, que reclama que las autoridades egipcias no han permitido la visita al recluso. Desde el Gobierno, por su parte, afirmaron que el activista -a quien considera "un criminal"- se encuentra "estable" y asistido por un equipo médico, buscando desviar la atención.

Es esa postura la que ha indignado a ONGs y algunos líderes mundiales. De hecho el martes, durante un evento en el pabellón de Alemania en el centro de conferencias de la COP27, unos cinco manifestantes se levantaron y mostraron sus camisetas pintadas con el eslogan "Free Alaa" (Liberen a Alaa). Tras ello, otras tres personas alzaron pancartas con fotografías del activista con las palabras "traidor" y "terrorista", obligando la intervención del personal de seguridad de Naciones Unidas.

Por otro lado, líderes extranjeros como el Presidente francés Emmanuel Macron, su par estadounidense, Joe Biden, y el Canciller alemán Olaf Scholz, han planteado el caso a Egipto durante su visita esta semana.

La situación de Alaa Abdel Fattah ha recorrido el mundo. Aquí, manifestantes italianos piden la liberación del activista en una actividad en Roma (Foto: EFE).

Lo mismo hicieron el secretario general de la ONU, António Guterres, y el Primer Ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, a quien la familia de Abdel Fattah pidió mayor incidencia, dado que este cuenta también con la nacionalidad británica.

Ante el silencio al más alto nivel del Estado de Egipto, fue el jefe de la diplomacia egipcia, Sameh Choukri, presidente de la COP27, quien respondió afirmando que Abdel Fatah "se beneficia de todos los cuidados necesarios en prisión" y agregó que Egipto no ha reconocido formalmente la nacionalidad británica del preso.

Largo recorrido en prisión

Alaa Abdel Fattah es un programador de software y bloguero que surgió como activista a favor de la democracia durante la llamada "primavera árabe", que en 2011 derrocó al presidente Hosni Mubarak, quien llevaba tres décadas en el poder.

En 2013, se ganó la enemistad de las autoridades locales tras liderar las protestas contra la llegada al poder del actual Presidente Abdel-Fattah al Sisi, luego del golpe de Estado contra el sucesor de Mubarak, Mohamed Morsi. Debido a esto, el experto informático fue sentenciado en 2015 a cinco años de prisión por violar las leyes de protesta.

En marzo de 2019, Abdel Fattah obtuvo la libertad condicional y dejó la prisión. No obstante, fue arrestado nuevamente el 29 de septiembre de ese año bajo el cargo de difusión de noticias falsas. De acuerdo con Amnistía Internacional, el activista fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad, "donde los guardias le vendaron los ojos, lo desnudaron, le propinaron retiradas patadas y golpes y lo amenazaron e insultaron".

"La tortura bajo custodia de Alaa Abdel Fattah ilustra la espantosa brutalidad con que las autoridades egipcias aplastan la disidencia y muestra hasta qué extremos están dispuestas a llegar para intimidar a quienes parezcan criticar al gobierno", decía ya en 2019 Najia Bounaim, directora de Campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África.

Tras su detención, Alaa Abdel Fattah fue condenado en diciembre de 2021 a otros cinco años de cárcel. Diversas ONGs lo han catalogado como uno de los miles de presos políticos en Egipto desde la llegada de Abdel-Fattah al Sisi. Para el Gobierno, no es más que un criminal.

Huelga de hambre

Tras obtener en abril de este año la nacionalidad británica gracias a que su madre nació en Reino Unido, Abdel Fattah comenzó una huelga de hambre que se mantiene hasta hoy, en protesta por su detención y los tratos recibidos en prisión.

Esta huelga se intensificó el domingo pasado, día de la inauguración de la COP27, momento en que el activista anunció que dejaría de beber agua. La preocupación de la comunidad internacional ha crecido y su familia teme que la situación empeore.

Mientras, la hermana del recluso, Saana Seif, ha reclamado una mayor intervención del Primer Ministro británico, Rishi Sunak, quien viajó a Egipto y le envió una carta asegurando que la situación de Abdel Fattah es "una prioridad para el Gobierno británico" y le expresó "la importancia" de lograr la "rápida resolución del caso de Alaa y poner fin a este tratamiento inaceptable".

Ante esto, Seif señaló al canal británico Sky News que "el Primer Ministro tiene que comprender la urgencia (del caso). Tras la conferencia (del clima) podría ser demasiado tarde".

"Sé que la culpa no es del Primer Ministro, sino del Foreign Office, de la embajada, han trabajado mucho tiempo en esto y tengo la sensación de que están preparando al Primer Ministro para el fracaso en este viaje", agregó.

Por ahora, no hay noticias sobre el activista egipcio-británico. Son varias las voces que exigen una pronta liberación, temiendo un resultado fatal.
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