El Presidente de Argentina,
Alberto Fernández, anunció este martes el envío de más agentes federales de seguridad a
Rosario, como parte de una serie de medidas tomadas para combatir la delincuencia y el narcotráfico en dicha ciudad, luego de los últimos hechos violentos ocurridos en la zona marcados por el ataque la semana pasada al supermercado del suegro de
Lionel Messi.
En un mensaje televisivo grabado, el Mandatario enumeró los distintos gestos que ha tenido su gobierno con la provincia de Santa Fe (donde se ubica Rosario), como la construcción de escuelas y rutas, "sin embargo, la lucha contra el crimen organizado, a pesar de los esfuerzos realizados, no ha alcanzado los resultados que esperábamos", reconoció, aunque puntualizó que "el crimen organizado no se desarrolla de un día para otro".
"Los hechos y las imágenes de los últimos días dan cuenta de hasta dónde son capaces de llegar con sus ilícitos propósitos.
Entiendo que Rosario nos necesita", enfatizó el Presidente trasandino.
En esa línea, y asumiendo que las fuerzas de seguridad presentes ahora en la ciudad "son insuficientes para afrontar la solución del problema", Alberto Fernández anunció "el refuerzo de las fuerzas federales hasta alcanzar en esta etapa los 1.400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario".
Asimismo, agregó el gobernante peronista, "he decidido que el Ejército argentino, a través de su Compañía de Ingenieros, participe en la urbanización de barrios populares, acelerando tareas pendientes de ejecución". Esta medida fue tomada tras considerar que los oficiales actuaron "de modo ejemplar" durante la pandemia y en el combate a los incendios forestales, con la convicción de que ahora trabajarán "con la misma honestidad, destreza y convicción, en socorro de una ciudadanía que los necesita".
Fernández también anunció
la creación de una delegación de la Unidad de Información Financiera (UIF) en Rosario. "De esta manera buscamos tener una mayor eficiencia en la lucha contra el lavado de activos, derivados entre otras causas, del narcotráfico", manifestó.
Todo esto se suma al Convenio de Colaboración y Cooperación Técnica del Registro Nacional de Personas (Renaper) entre el Gobierno federal y la provincia de Santa Fe para mejorar la identificación durante los operativos de seguridad, y a la instalación de 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial.
"El sistema carcelario extremará la custodia contra los reclusos que han sido condenados y pretenden desde la misma cárcel seguir controlando sus objetivos criminales", afirmó el Presidente trasandino, considerando que el 80% de los ataques a tiros que ocurren en Rosario se ordenan desde las cárceles, consigna La Nación.
"Vamos a poner en el centro de la escena a la autoridad del Estado para devolverle a la ciudad su vida en comunidad. Estamos tomando decisiones contundentes. No nos tiembla el pulso en combatir el crimen organizado", enfatizó.
La promesa fue aún mayor: "
Vamos a hacer que Rosario recupere el orden, y así su vida social en libertad y con seguridad. Pero sobre todo vamos a hacer justicia, se lo debemos a las víctimas de las mafias y a los hijos de la ciudad. No permitiremos un solo acto de impunidad".
"Enfrentamos un problema real, complejo y que anuda delitos de distinta escala y tipología, por eso encaramos esta lucha con la determinación y la convicción que requiere. Trabajamos de forma coordinada por una seguridad federal, preventiva e integral para todas y todos. Sabemos que Rosario ocupa un lugar neurálgico en nuestra geografía, que es un centro de rutas que conectan el país y que tiene uno de los puertos más grandes de la Argentina. Nada de todo esto, auténticas virtudes del corazón de nuestra patria, pueden ser usados en favor del crimen organizado para sus delitos", remarcó.
