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La "guerra" China-EE.UU. con Argentina como escenario: Las bases de ambas potencias en el país vecino

El anuncio de Javier Milei de una instalación naval en Tierra del Fuego en alianza con Washington se suma a la base espacial ya existente en la provincia de Neuquén donde trabaja personal del país asiático.

09 de Abril de 2024 | 12:33 | Redactado por Ramón Jara A., Emol
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Javier Milei en Tierra del Fuego junto a su ministro de Defensa, Luis Petri (derecha); el embajador estadounidense, Marc Stanley; y la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson.

AFP
Se sabe que Javier Milei es una persona de gestos y no se anda con rodeos, pese a las advertencias. Eso quedó demostrado días atrás cuando viajó a la provincia austral de Tierra del Fuego para reunirse con la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, de paso por Argentina. En esa actividad, el Presidente trasandino anunció la concreción de un antiguo proyecto: la instalación de una base naval en conjunto con el país norteamericano.

"Hoy estamos aquí para ratificar nuestro esfuerzo en el desarrollo de nuestra base naval integrada. Se trata de un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártica y convertirán a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco", afirmó el Mandatario.

Días después, el líder libertario defendió el proyecto, luego de una serie de cuestionamientos por parte de la oposición, que acusaron al gobernante de ceder la soberanía del país: "Lo del otro día fue el mayor acto de soberanía de los últimos 40 años porque, al hacer una base militar en Ushuaia (Tierra del Fuego), nos avala el reclamo sobre la Antártica. Es el primer paso para empezar a pensar en la recuperación de Malvinas", indicó.

La medida, que se suma al centro para emergencias estadounidenses ubicado en Neuquén, es interpretada como una consecuencia de la presión norteamericana en Argentina ante la presencia de una base espacial china en la citada provincia, que encendió las alarmas en Washington, cuyos representantes han asegurado que este recinto en realidad alberga a militares del país asiático.

De esta forma, con la confirmación del proyecto en Tierra del Fuego, Argentina consolida la presencia en su territorio de las dos máximas potencias mundiales, que desde hace un buen tiempo se disputan el control planetario tanto a nivel político como económico.

Un proyecto de larga data


La idea de construir una base militar en la provincia de Tierra del Fuego no es algo de ahora. Ya en 2016, durante el Gobierno de Mauricio Macri, medios de la época hablaban de un posible acuerdo de cooperación militar con Washington. En esa ocasión, la entonces senadora opositora Sandra Daniela Giménez envió una carta al Ejecutivo pidiendo explicaciones sobre la posibilidad de instalar dos bases militares de EE.UU., una en la zona de la Triple Frontera, en el norte del país, y otra en Tierra del Fuego.

"Con ello, surge la incógnita de cuáles son los intereses de Estados Unidos detrás de esta justificación. Puesto que estamos hablando de una zona geográfica sumamente rica en recursos naturales y estratégica", indicó la parlamentaria.

"No queremos, los misioneros ni los fueguinos ni los argentinos, que los intereses políticos sean a costa de los recursos de los comprovincianos y de la población Argentina en su conjunto, por el hecho de restablecer relaciones militares con los Estados Unidos. Estado que durante la administración Obama determinó una postura de reorientación de prioridades geográficas en base a un globalismo selectivo, que supone la asunción de compromisos en aquellos puntos
que beneficien y restauren la dominación hegemónica", agregó.

Este proyecto finalmente no prosperó, pero en 2022, el Gobierno del peronista Alberto Fernández anunció la creación en Tierra del Fuego de la Base Naval Integrada como parte de un Polo Logístico Antártico, un antiguo anhelo de la citada provincia, según La Nación, enfocado en fomentar un eje de desarrollo económico y productivo paralelo a otras actividades como el turismo o la industria electrónica.

La iniciativa, explicaba el citado medio, "consiste en la generación de una gran estación de abastecimiento de servicios destinados a las flotas de barcos y aviones privados o gubernamentales que cumplen funciones regulares en la Antártica". Para ello, agregó, "se prevé la construcción de infraestructura portuaria y logística sobre la península de Ushuaia, en una zona militar donde actualmente funciona la Base Aeronaval de la ciudad y todavía sigue en funciones la pista del antiguo aeropuerto".

Esta iniciativa encendió las alarmas de Estados Unidos, ante la posible participación de China en el proyecto. Está claro que cualquier posible presencia del país asiático molesta a Washington, sobre todo en una zona tan estratégica como el fin del mundo.

Base espacial china


Los ojos de Estados Unidos también están puestos más al norte, precisamente en la provincia de Neuquén. Ahí funciona desde 2017 una base especial construida en conjunto por Argentina y China, luego de una serie de acuerdos firmados entre 2012 por ambos países, liderados por Cristina Fernández y Xi Jinping.

Se trata de una estación ubicada en un terreno de 200 hectáreas en la pequeña localidad de Bajada del Agrio y que cuenta con una antena parabólica de 35 metros de diámetro. Se trata de la única antena de este tipo que posee China fuera de su territorio.

La antena china en Neuquén (Foto: Conae).

Según explica la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) en su sitio web, la estación está "dirigida fundamentalmente a misiones denominadas de espacio profundo, ubicadas a distancias que superan los 300.000 km de distancia de la Tierra".

La institución explica por qué se eligió a Argentina para la instalación de esta base: "Los espacios abiertos de nuestro país son propicios porque los científicos buscan un territorio con determinadas características, como libre de interferencia radioeléctrica, distante de centros urbanos, adecuado geológicamente, con baja precipitación, poca actividad sísmica y adecuado perfil topográfico".

"Una antena en el sur de América Latina, le permite al programa chino de exploración lunar tener comunicación continua con sus sondas de exploración espacial. Esta estación es la primera que se instala fuera de China, y es una pieza vital en su plan para poder llegar a la Luna y a Marte, y explorar el espacio lejano", agrega.

Sin embargo, desde Washington miran con malos ojos esta base. Así lo dejó en claro el embajador de EE.UU. en Buenos Aires, Marc Stanley, en diálogo con La Nación: "Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué. Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí", indicó.

Desde la embajada china en Argentina, en tanto, respondieron vía redes sociales que la base es "plenamente de carácter civil" y está enfocada exclusivamente en la investigación científica. Por su parte, científicos y funcionarios argentinos que han participado en el proyecto indicaron al diario trasandino Clarín que la estación está compuesta por "cinco científicos, un electricista y un cocinero", mientras que la antena ubicada en el lugar "es muy lenta para guiar o seguir misiles. Está preparada para seguir satélites o naves espaciales".

El medio indicó además que la seguridad del lugar está a cargo de la Policía de Neuquén y años atrás estuvo a cargo una empresa privada, pero "nunca de soldados chinos".

Esta polémica le llegó a Javier Milei, quien indicó que la base china "será auditada como corresponde", aunque recalcó: "Si los chinos dicen que no hay nada, ¿cuál es el problema?".
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