Los responsables por la investigación del accidente aéreo con 62 víctimas ocurrido el viernes en el estado brasileño de São Paulo esperan que las cajas negras del aparato, ya rescatadas, ofrezcan las primeras pistas sobre las causas de una tragedia de la que aún no tienen hipótesis concretas.
"En este momento los investigadores trabajan en la extracción de los datos de los grabadores de vuelo (cajas negras) para buscar explicaciones a lo ocurrido", afirmó este sábado el director del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos (Cenipa) de la Fuerza Aérea Brasileña, brigadier general Marcelo Moreno.
En la improvisada rueda de prensa que ofreció en Vinhedo, ciudad en el interior del estado de São Paulo en donde ocurrió el accidente, el oficial afirmó que l
as cajas negras fueron rescatadas en la noche del viernes y trasladadas a Brasilia, y que ya se encuentran en el laboratorio del Cenipa.
"Primero vamos a extraer las informaciones del grabador de voz de la cabina y luego las del grabador de los datos del vuelo. Aún no sabemos cuánto puede durar ese trabajo", afirmó.
El general dijo que es prematuro comentar las diferentes hipótesis que han señalado especialistas sobre las causas del accidente, la principal de las cuales es sobre la posible acumulación de hielo en las alas de la aeronave, que explicaría su caída en barrena.
"En este momento no podemos afirmar si eso fue decisivo o no", afirmó el militar, quien aclaró que la aeronave tiene certificación para viajar en esas condiciones y dispositivos para impedir la formación de hielo.
De igual forma se pronunció el presidente de la aerolínea Voepass -propietaria de la aeronave siniestrada-, Eduardo Busch, para quien "todo lo que está circulando es especulación". En su corto pronunciamiento Moreno "reafirmó" que "hasta el momento no tenemos ninguna información de que hubo una declaración de algún tipo de emergencia en los controles de tráfico de vuelo".
El comandante de la Policía Militarizada de São Paulo, Cassio Araújo de Freitas, informó que hasta el inicio de la tarde habían sido rescatados los cuerpos de 42 de las 62 víctimas, dos de los cuales, el piloto y el copiloto, identificados con exámenes de dactiloscopia.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos de São Paulo, capitán Michael Cristo, admitió que los cuerpos están en estado de difícil identificación, ya que varios quedaron calcinados, por lo que los trabajos de rescate exigen de mucho cuidado y paciencia.
Cristo afirmó que los primeros cuerpos fueron hallados sentados en las sillas que ocupaban en la aeronave, sin que ninguno hubiese sido lanzado fuera del aparato, lo que puede facilitar la identificación.
Voepass aclaró este sábado que el total de víctimas asciende a 62 tras la confirmación del embarque de un hombre que no estaba en la lista inicial de pasajeros por una falla en el check-in.
Las víctimas
Tres venezolanos y una portuguesa estaban entre los 62 pasajeros del avión. Voepass detalló en un comunicado que inicialmente no incluyó extranjeros en la lista de víctimas debido a que todos los pasajeros utilizaron documentos brasileños al embarcar y que desconocían que cuatro tenían doble nacionalidad.
"Aclaramos que, entre los 58 pasajeros, 4 tenían doble ciudadanía, de los cuales 3 venezolanos -uno de ellos un menor de 4 años- y una portuguesa", según el comunicado de la aerolínea.
Según vecinos de la familia venezolana en la ciudad de Cascavel, los tres embarcaron rumbo a São Paulo, en donde abordarían un vuelo para regresar a Venezuela tras varios meses de residencia en Brasil, acompañados por un perro al que le habían tramitado toda la documentación necesaria para viajes internacionales.
La familia se había radicado en Brasil debido a que el niño nació con problemas de salud y fue cuidado en un hospital de São Paulo. Tras el tratamiento la familia se estableció en Cascavel, ciudad en el sureño estado de Paraná.
El avión accidentado, un bimotor de modelo ATR-72-500 y fabricación francesa, cubría el trayecto entre Cascavel y São Paulo con 58 pasajeros y 4 tripulantes a bordo, y se accidentó cuando le quedaban unos 80 kilómetros para llegar a su destino.