Moisés Náim en el programa venezolano En Conexión durante la mañana de este jueves.
César Miguél Rondón
Esta mañana, el escritor y analista político mundialmente reconocido, Moisés Naím, comentó la situación política de su país y la trascendencia de la ceremonia de la entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado.
En el programa venezolano En Conexión, el politólogo celebró las palabras de la hija mayor de Machado,
Ana Corina Sosa, quien recibió el premio luego de que la galardonada no llegara a tiempo a Noruega, y lo calificó como uno
“de los mejores discursos que he oído sobre Venezuela en los últimos años”.
Naím calificó la intervención como una "síntesis de la historia de Venezuela" y resaltó el mensaje central: “que la democracia no se da gratis, sino que debe conquistarse cada día".
En esa línea se refirió a los problemas que aquejan a su país hoy, y afirmó que “la amenaza más grande para la transición en Venezuela son las expectativas de la gente".
Y lo explicó: "el venezolano, es un pueblo que ha sufrido de todo durante mucho tiempo y ahora le toca regresar a una situación de democracia. Pero las expectativas son muy altas; las expectativas de tener un empleo, de tener comida para llevar a la casa, de tener transporte, los servicios públicos, las expectativas de que tan pronto haya un nuevo gobierno, se van a solucionar los gravísimos problemas de 26 años de tiranía (…)". Y el problema con eso, dijo, es que
"no hay organización ni talento empresarial ni gerencial de gestión que sea capaz de darle a la gente lo que espera".
Y profundizó: "La gente está esperando que tan pronto llegue un nuevo gobierno, va a llegar una nueva realidad (...) y mucho de eso va a ser cierto, pero la brecha entre las expectativas que hay sobre qué va a traer y con qué velocidad y con qué calidad la nueva respuesta gubernamental y las restricciones que va a tener cualquier gobierno que esté después es Maduro, va a ser el gran tema y pronóstico que será un tema muy grande".
Alusión a la transición en Chile
Además hizo una comparación entre la transición en Chile y lo que probablemente le tocará a Venezuela. En ese contexto, el analista dijo que "el ex Presidente Lagos, notable y respetado, que contribuyó a la llegada de la democracia y a la salida de Pinochet en Chile, me dijo en una conversación que lo más difícil que le pasó a él en la transición de su país no fueron las negociaciones con el otro lado, sino que dentro de su propio lado", sostuvo Naím.
"Dentro de la oposición chilena había mucha fragmentación, animadversión, competencia, y violencia verbal. Eso quiere decir que en estos procesos de transición siempre van a haber circunstancias que te harán escoger entre lo malo y lo peor", agregó.
Finalmente concluyó que "yo no sé como se solucionará esto, pero sé que al 31 de diciembre de 2026, Maduro no va ser el tirano que mande en Venezuela".
