SANTIAGO.- Con sólo poner un pie sobre la arena de la playa de Reñaca queda claro que ese pedazo de costa chilena ya no le pertenece a los connacionales, por lo menos durante el mes de enero. El acento argentino suena por todos lados, desde familias con niños pequeños jugando a hacer castillos de arena hasta grupos de 10 o 20 jóvenes tomando sol y mate en sus toallas.
El Servicio Nacional del Turismo (Sernatur) estimó que en este mismo mes del año pasado llegaron al país un total de 279.798 argentinos. Y según el diario trasandino La Nación, las autoridades de Migraciones de ese país estimaron que las visitas se incrementarán durante este verano en un 30%, pudiendo llegar a Chile más de 360.000 argentinos sólo durante enero.
Según dijeron a La Nación, Matías Revel y su novia Carolina, turistas argentinos provenientes de Castelar (al oeste de Buenos Aires), oyeron hablar sobre el verano en Chile, pero nunca habían venido. Cuando decidieron organizar sus vacaciones de 15 días y determinar el destino, comenzaron por averiguar los costos. "Los precios más baratos y conocer un lugar nuevo inclinaron la balanza por Chile", dijo Revel.
Y es justamente la playa de Reñaca, al norte de Viña del Mar, la que atrae a los turistas vecinos. En años anteriores eran principalmente mendocinos quienes llegaban a las costas chilenas, ésto por la cercanía que tiene esa ciudad con la frontera chilena. Desde San Juan también venían muchos.
Pero este año se destacó por la suma de los porteños y cordobeses que, en grandes grupos de amigos y amigas, prefieren este sector de Viña por tener entretención tanto de día como de noche y la cercanía con otros lugares a los que se puede ir por el día. Todo esto sumado al cambio favorable de pesos argentinos en chilenos, lo que hace los valores muy accesibles.
Según dijo Carolina Maggio, de 20 años, a La Nación, Chile se puso de moda entre la gente de su edad. Con sus amigas terminaron descartando las vacaciones en Brasil cuando compararon los precios de los pasajes a Chile. Ir al país brasileño costaba casi el doble que a Chile.
Entre los mismos argentinos han calculado cuáles son las mejores formas de pagar en el país. La conclusión es usar la tarjeta de débito, nunca pagar en pesos argentinos. Con la tarjeta, al cambio oficial, gastar $1.000 pesos chilenos es igual a 19 pesos argentinos, mientras que en una casa de cambio cambiar la misma cantidad significan 22 pesos trasandinos.
También conviene cambiar dólares. En ese caso, es mejor ir directamente a los bancos y no a las casas de cambio, preferentemente en Santiago por sobre en las ciudades de la costa.
"Lo único que es más caro acá es salir a comer afuera a un restaurante. Un plato de carne de cerdo puede salir $8.000 chilenos (alrededor de 150 pesos argentinos) y uno de pulpo $10.500 (unos 200 argentinos); así terminas gastando por lo menos 300 pesos argentinos por cabeza", contó a La Nación Matías Cerda, un mendocino que vino con 13 amigos a veranear a las costas chilenas.
Si bien Reñaca es el destino de la mayoría de los visitantes, hay otras zonas costeras que también llaman la atención de los ciudadanos vecinos. La Serena, Maintencillo y Zapallar son otros de los balnearios que ven un aumento de argentinos en sus playas.
Además, es casi requisitos para quienes cruzan la cordillera pasar unos cuantos días a la capital para ir de shopping en alguno de los malls que ofrece Santiago.
