SANTIAGO.- El 22 de septiembre del año pasado, el ingeniero forestal Osvaldo Malfanti Torres (36) cumplió su condena de 541 días de presidio remitido. Desde ese minuto, dejó de firmar mensualmente y recuperó su condición de "hombre libre".
Sin embargo, en su extracto de filiación lo acompañará esta pena como autor de cuasidelito de homicidio de 74 personas en la alerta fallida de maremoto del 27 de febrero de 2010.
Su destino se cruzó con el denominado caso Tsunami esa madrugada cuando le tocó estar de jefe de turno en la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (Onemi) en medio de un terremoto de magnitud 8,8 que sacudió la zona centro sur del país. Hasta hoy, Malfanti es el único condenado en el caso Maremoto. Y quizás lo sea en definitiva.
Esto porque el nuevo fiscal regional metropolitano Occidente, José Luis Pérez Calaf, cambió el criterio de su antecesora Solange Huerta y decidió ofrecer a los otros seis acusados del caso una salida alternativa, que no deja huella en el certificado de antecedentes.
El jueves, el Ministerio Público y las defensas continuaban las negociaciones y —según trascendió— solo faltaría que el ex subsecretario de Interior Patricio Rosende y la ex directora de Onemi Carmen Fernández accedan a las condiciones impuestas.
Consultado por "El Mercurio", ayer el ingeniero forestal dijo que "me da lata, lamento que voy a ser el único condenado en el caso, pero bueno, era un momento distinto".
Sostiene que no se arrepiente de la decisión que tomó el 31 de marzo de 2014 junto a su abogado Felipe Polanco de aceptar los hechos en un procedimiento abreviado, ya que "en ese momento la única opción era el juicio oral, nunca nos dijeron que era probable otra opción... No me puedo arrepentir, es una decisión que tomé en su momento".
De igual forma se manifiesta decepcionado, ya que el cambio de un fiscal selló su destino.
"O sea, soy el último eslabón y quedar como el único condenado es una lata, me hubiera gustado haber tenido la opción de esta suspensión condicional", expresó.
Ya pensando en las condiciones que los otros acusados tendrán que cumplir, Malfanti sostuvo que "no creo que tengan que pedir perdón, quizás Patricio Rosende que era el más político, pero yo no creo que ninguno de ellos, ni yo, ni el SHOA son responsables de lo que ocurrió, fue un sistema entero el que falló, no personas, y por eso mantengo que acá es el Estado el que debe reparar a las familias de las víctimas".
