Mauricio Ortega, padre de los dos hijos menores de la víctima, quedó en prisión preventiva tras ser formalizado por el delito de femicidio frustrado.
El Mercurio
SANTIAGO.- Un arduo trabajo es el que iniciaron los sicólogos del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Coyhaique desde el fin de semana.
¿La razón? La contención emocional de los cuatro hijos de la joven Nabila Riffo Ruiz (28), quien perdió sus ojos tras ser brutalmente agredida –aparentemente- por su ex pareja Mauricio Ortega que ayer quedó en prisión preventiva tras ser formalizado en la capital de la Región de Aysén.
"Un programa especializado ya empezó a trabajar en el aspecto de reparación emocional de los niños. Estamos recién comenzando. Ellos están en un momento traumático que hay que abordar", señaló a Emol Lorena Soza, directora regional del Sename.
Los pequeños de 3, 4, 10 y 12 años se encuentran hoy al cuidado de la abuela materna, luego de la presentación de un recurso de protección presentado por Soza, en su favor, solicitando que ellos se mantengan con Noelia Ruiz, en el sector de calle Errázuriz de la citada ciudad.
"Estamos pidiendo que provisoriamente se mantengan al cuidado de los niños la abuela materna, porque es ahí donde tienen la protección de la red familiar. Para nosotros es fundamental que se mantenga y digo provisoriamente porque el tribunal podrá ordenar que se evalúe la situación. Pero la última alternativa siempre es que los niños sean ingresados a algún centro", añadió.
La directora regional reveló que jueves el juzgado de Familia de Coyhaique realizará una audiencia para decidir si los pequeños son incluidos en un programa de reparación psicosocial por parte de los profesionales del servicio.
"También se pidió que los niños sean ingresados a un programa de reparación específico de la red Sename, que se va a evaluar en audiencia, y que es ambulatorio no el ingreso a algún centro. Es un programa en que un sicólogo y un asistente social que irá viendo su situación por más de un año y también verán si necesitan ser derivados a otro profesional", manifestó.
En ese sentido, la ejecutiva anunció que la etapa de contención emocional duraría unos 30 días y que en paralelo –si el tribunal así lo estima hoy- se realizará la reparación "que durará más de un año y en que los profesionales irán a la casa donde están los pequeños".
