SANTIAGO.- El informe de gestión 2014 de la Subdirección Técnica de Gendarmería (últimos datos disponibles) señala una dura realidad en la población penal: el 92,8% de los 32.648 internos que cumplían condena ese año privados de su libertad o en Centros de Estudio y Trabajo (CET) semiabiertos, no accedió a capacitación.
Y si la estadística se traslada a los condenados que accedieron a trabajo, solo el 49,2% (16.580) pudo hacerlo. El resto, más de la mitad, no tuvo ninguna posibilidad de generar recursos o realizar una ocupación que los preparara para su libertad.
Este es el balance poco alentador que quiere revertir el nuevo director de Gendarmería, Jaime Rojas. Potenciar la capacitación, reforzar los CET e integrar a los privados y sus inversiones con mayor fuerza al interior de los recintos penitenciarios, puede ser el instrumento que facilite la rehabilitación y la reinserción, disminuyendo en forma importante la reincidencia, según explicó ayer a
"El Mercurio".
Para ello, el 1 de septiembre firmará un convenio con el Servicio de Capacitación y Empleo (Sence) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). "Queremos aprovechar la capacidad instalada e invitar a todos los actores que nos puedan ayudar en la reactivación y fortalecimiento de esta área con miras a la reinserción", planteó.
El papel del Sence será atraer a los organismos técnicos de capacitación para que trabajen al interior de los recintos de Gendarmería. Y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) aportará nuevas áreas de formación dentro de su especialidad. Junto con ello, la Universidad Católica retomará, a través del programa Puentes UC, la presencia de alumnos tesistas y de postgrado para estudiar áreas de gestión interna y asumir rediseños de procesos al interior de Gendarmería.
Actualmente, en el penal Colina 1 "existe la infraestructura, el equipamiento y la experiencia", por lo que fue elegido para desarrollar un plan piloto con la CChC. Pero, la idea es extender esta experiencia en el breve plazo al resto del país.
También está en revisión el sistema de instalación de privados dentro de los penales, "para establecer un modelo adecuado que nos permita proyectar una tarea conjunta de trabajo y emprendimiento", señaló Rojas.
Respaldo de expertos
El énfasis hacia la reinserción vía estudio y trabajo encontró pleno respaldo de los expertos. Sin embargo, como lo señaló Catalina Mertz, directora ejecutiva de Fundación Paz Ciudadana, este reimpulso debe ir acompañado por una oferta de intervención criminológica. "Hay que sumar la intervención especializada para los perfiles de mayor riesgo", planteó.
Ana María Morales, directora del área de Justicia y Reinserción de la misma fundación, comentó que anteriores acuerdos con el Sence y la CChC no tenían cobertura nacional y solo funcionaban en Concepción y la Región Metropolitana. Por lo mismo, debería ser con más cobertura para cubrir una mayor cantidad de plazas. "Pero entregar trabajo por trabajo no va a tener efecto si no se aborda primero la conducta antisocial del sujeto", dijo.
Olga Espinoza, directora del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de la U. de Chile, coincide plenamente con esta opinión. Y añade: "Hay un déficit de plazas de personas que no pueden acceder a actividad laboral. Aumentar estas plazas es muy positivo".
La presidenta de la Asociación de Directivos, Profesional, Técnicos, Administrativos y Auxiliares de Gendarmería, Viviana Camilo, valoró esta iniciativa, pues está comprobado que el acceso al trabajo es un incentivo para que el interno mejore su conducta, dijo.
Y el psicólogo de la cárcel de Curicó, René Morales, señaló que "aquellos que aprendieron un oficio y salieron a trabajar, la mayoría se reinsertó exitosamente". Pero previamente recibieron una intervención intensiva en las unidades penales, con psicólogos, asistentes sociales y terapeutas ocupacionales.
