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Cajero quemado en Hualpén: "Quedé rociado con combustible y sentí mucho miedo"

Pablo Ramírez declaró este martes en el juicio por el ataque en su contra ocurrido en julio de 2015. Lo hizo detrás de un biombo.

20 de Septiembre de 2016 | 15:06 | Emol
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Pablo Ramírez debió ser sometido a un largo proceso de recuperación.

Aton Chile
SANTIAGO.- No ha sido un día fácil el de este martes para el cajero de Servipag, Pablo Ramírez Arias, que fue quemado vivo por dos delincuentes, que pretendían robar la recaudación del día, en Hualpén, región del Biobío, en 2015.

Lo anterior, debido a que hoy debió testificar en el juicio por el ataque ocurrido en julio de 2015 y terminó con dos detenidos, pero uno de ellos fue asesinado en la cárcel de Chillán.

De acuerdo a lo informado por TVN, el afectado relató que ese día hubo bastante afluencia de público, situación que comenzó a disminuir después de las 18:00 horas, debido a que el lugar en el que se encuentra la sucursal es "peligroso".

Añadió que pasadas las 19:30 horas ambos individuos se acercaron a la caseta para observar, lo que despertó sus sospechas.

"Producto de la labor que desempeñamos hay ciertas situaciones que nos parecen anormales. Nadie va a Servipag mucho rato y la gente lleva boletas en la mano. Ellos no llevaban nada. Conversaron entre ellos, lo que llamó mi atención, y dejaron pasar a una señora", indicó.

Ramírez reveló también que luego de atender a una mujer, uno de los antisociales metió una manguera por la ventanilla "y sin decir nada, me rocía con combustible los brazos, cara, cuello, piernas".

"Quedé completamente rociado con combustible. Me percaté de inmediato que era bencina... Fue muy difícil, sentí mucho miedo", relató.

Luego de lo anterior se levantó de su asiento y uno de los delincuentes comenzó a amenazarlo para que abriera la puerta de seguridad.

El sujeto que lo amenazó llevaba consigo un encendedor, por lo que trató de buscar un extintor.

"Él me prende fuego, me rocía por segunda vez y me prende fuego", relató.

Pablo Ramírez entregó su testimonio detrás de un biombo, aunque se espera que en el transcurso de la jornada él pueda ver al imputado que es menor de edad con el fin de hacer un reconocimiento.

El abogado querellante Enrique Hernández, explicó que las "imágenes que se vivió ese día se le han grabados a fuego y recuerda perfectamente. Podría reconocer a este sujeto en cualquier lugar, motivo por el cual esperamos que Hernán pueda conocer a la persona que lo atacó, ya que el otro falleció en la cárcel de Chillán".
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