Debate virtual: Candidatos a la presidencia de la UDI entregan sus propuestas y definiciones para el partido

"La UDI tiene un gran desafío político: volver a representar a esa inmensa clase media a la que ayudamos a progresar con nuestras ideas y que hoy se siente abandonada, no representada y molesta con toda la institucionalidad y el sistema político–económico en general.

Si logramos enfrentar con éxito ese desafío político, lograremos superar con éxito los desafíos electorales y seguir siendo el partido más grande de Chile. Yo tengo la convicción profunda de que Chile necesita a un partido de derecha popular como la UDI para darle estabilidad y gobernabilidad como ha hecho en estos últimos 25 años".

"Los desafíos de la nueva directiva están a la vista. Primero, mantener la buena votación que se produjo en la elección municipal, y en eso quiero agradecer especialmente el trabajo de Hernán Larraín, quien lideró la UDI en un momento muy difícil, pero ha podido sacarla adelante con mucha claridad. En adelante, el principal desafío es entender que la política cambió y, por lo tanto, tenemos que responder preguntas distintas y enfrentar a una nueva izquierda, no a la antigua izquierda o a la Nueva Mayoría. ¿O alguien cree que fue Ricardo Lagos el que marchó el 2011 o fue José Miguel Insulza el que estuvo en la marcha de No + AFP?

Es evidente que hay una nueva izquierda que va en alza y queremos hacerle frente con nuestras convicciones y con nuestras ideas. Y para lograrlo, necesitamos tener una política descentralizada, un liderazgo horizontal, una mirada con las mismas convicciones, pero renovada para resolver los nuevos problemas y los nuevos desafíos".

"En lo personal, voy a entregarme por entera a reinstalar a la UDI en la consciencia de los chilenos como el partido que ha sido clave en el progreso del país y que ha generado las condiciones que le ha permitido a la gente mejorar su calidad de vida.

Mi sello como presidenta de la UDI será llevar el sentido común, los anhelos y las demandas de la gente desde la base hacia las cúpulas del partido. En otras palabras, construir el futuro del partido desde las bases y desde la realidad de la gente común y corriente, que es la que en definitiva sufre las consecuencias de nuestras decisiones como políticos. Creo que el hecho de vivir en una región y haber sido concejal, alcaldesa e intendenta me permite tener una visión mucho más aterrizada de las verdaderas causas de la molestia de la gente con la clase política en general".

"Lo que yo ofrezco es un proyecto colectivo, que ha sido escrito a muchas manos, que mira a Chile, que quiere promover un progreso sostenible basado en una sociedad de oportunidades, donde la educación y la movilidad social son claves; una sociedad de integración, que da cuenta de las nuevas vulnerabilidades de nuestra sociedad, y una sociedad de colaboración y de descentralización. Mi sello, entonces, será la participación, el trabajo descentralizado y, a la vez, defender y promover nuestras convicciones en el espacio público.

Conocemos a quienes son hoy día los que 'la llevan' en la nueva izquierda, los hemos enfrentado en múltiples ocasiones. Personalmente, he estado en más de 400 debates, foros y asambleas defendiendo nuestras ideas. Eso es lo que identificó a la UDI en el pasado: donde supuestamente había monopolio de la ultraizquierda, la UDI fue con sus convicciones y sus ideas a sintonizar con la ciudadanía, con el mundo popular y la clase media. Lo mismo tenemos que hacer para los próximos 20 años".

"No. Quiero decirlo con toda claridad: la UDI no necesita cambiar sus principios, porque los principios que la inspiran están plenamente vigentes y porque esos principios son trascendentes a la coyuntura política. La defensa de esos principios es, precisamente, lo que ha permitido construir el país que tenemos hoy que, aún con todos sus defectos, es un mejor país que el que teníamos hace 25 años.

Las alusiones al régimen militar son alusiones a un momento histórico fundamental en la historia de Chile y yo soy respetuosa de toda la gente de la UDI que trabajó para construir el país que tenemos hoy y para recuperar la democracia".

"Una declaración de principios no es solo un pedazo de papel, sino que es algo que tiene que encarnar una mirada coherente respecto del rol que se quiere cumplir de cara al país. Y esa misma declaración de principios, creo que no debe ser contingente a la situación que se vive en el momento, porque sería como hablar hoy día de la Nueva Mayoría, cuando sabemos que esta ya se acabó.

Nadie está planteando –y eso ha sido parte de una especie de "campaña del terror" que han querido instalar algunos sobre nosotros- que hay que borrar nuestra historia o apretar el botón de reset a nuestro partido (como ha querido hacerlo la Nueva Mayoría con el país). Lo que estamos diciendo es que ese mismo espíritu originario, esas mismas ideas, hoy día tienen que ser plasmadas para responder las nuevas preguntas de los próximos 20 años. Nadie quiere borrar la historia, pero no podemos vivir de nuestra historia, sino que escribir juntos un nuevo capítulo hacia el futuro".

"Lo vamos a enfrentar con la claridad y transparencia con la que los hemos enfrentado siempre. Aunque ha quedado más que demostrado que el financiamiento irregular de la política ha afectado a todos los partidos, incluyendo a los partidos de la izquierda, la UDI ha sido el único partido político que ha pedido disculpas públicas a la ciudadanía por no haber sido más diligente en evitar este tipo de irregularidades.

Yo no le voy a quitar la militancia a ninguna persona mientras no sea condenada por un delito que realmente signifique enriquecimiento personal por un aprovechamiento indebido de un cargo. El principio de inocencia es un principio fundamental de cualquier Estado Democrático de Derecho y no procede aplicar sanciones a alguien sin un juicio previo. Y las formalizaciones no son condenas. Es un mero trámite dentro de un proceso que puede terminar archivado o con la declaración de inocencia del condenado".

"Creo que la ciudadanía hoy día nos exige un estándar mucho más alto que tan solo el de la ley. En eso, la UDI dio muestras de su compromiso, y en enero de este año dimos un paso importante al aprobar reglas mucho más estrictas, con mayor transparencia y mayor probidad.

Sin embargo, creo que la UDI debe ser más exigente que ese estándar que plantea la ley. Por lo mismo, creo que si hay una persona que es formalizada por un delito, su militancia debe ser suspendida, lo cual no implica culpabilidad ni querer expulsar a nadie, sino que se trata de que esa misma persona pueda dedicarse a su defensa y el partido, a exigir su presunción de inocencia. Y en caso de que una persona sea condenada, será el Tribunal Supremo del partido el que tome una determinación y resuelva".

"La relación con el resto de los partidos del bloque debe ser tan constructiva y de tanta colaboración como ha sido desde la creación de Chile Vamos y estando a la cabeza de la UDI, voy a procurar que así siga siendo. Chile necesita una derecha unida y lo que más nos pide nuestra gente, en cada rincón de Chile donde he estado, es que sepamos administrar nuestras diferencias – que al final del día son de estilos – y trabajemos unidos por volver a ser gobierno, porque Chile no resiste otro gobierno de la Nueva Mayoría".

"Creo que Chile Vamos ha sido una buena noticia para la centroderecha, en primer lugar, porque determinó cuál era nuestra visión, nuestros mínimos comunes, es decir, no es solamente un pacto electoral, sino que quiere ser una coalición política con una mirada compartida. Con esa cancha demarcada, entonces hay distintas posiciones, hay una diversidad. Es allí donde la UDI debe contribuir con sus propuestas respecto de qué es lo que quiere para los próximos 20 años, qué es lo que los chilenos debiesen esperar de alguien de la UDI.

La política no es un concurso de popularidad, sino una discusión de ideas, y la pregunta que tiene que contestar la política hoy día no es solamente 'quién' o 'cómo', sino 'para qué', qué es lo que queremos hacer. Y ahí es donde la UDI tiene que contribuir con propuestas que tengan como base un progreso sostenible, donde defendamos la dignidad humada como condición inherente de las personas; la libertad humana, que tiene límite en esa dignidad, y una sociedad grande y descentralizada".

"La UDI debe tener una estrategia presidencial clara, poniendo por delante el interés del país, más que los intereses partidistas. Como dije, Chile no resiste un nuevo gobierno de la Nueva Mayoría, así que todos nuestros esfuerzos deben estar puestos en volver a ofrecerle a la gente un proyecto de país que retome la senda del progreso. ¿Quién va a encabezar ese proyecto? Es algo que la UDI como un todo, desde sus bases, tendrá que definir a la brevedad a penas asuma la nueva directiva".

"Creo que a la UDI no debe pasarle lo mismo que a la Democracia Cristiana, que tuvo como candidato a Claudio Orrego, con un programa razonable, pero la DC, en vez de preocuparse de sus convicciones, se preocupó de salvar su pellejo en las elecciones.

Los partidos tienen que decidir cuáles son sus convicciones, sus ideas fundamentales y esas son las que deben promover a través de sus candidaturas. Esa es la razón por la cual nosotros queremos tener representación, porque tenemos un conjunto de ideas. Más que el resultado de las elecciones, me importa el resultado de nuestras convicciones. Por lo mismo, me gustaría que primero definiéramos como partido un proyecto político para ofrecerle al país, y que después fuese un militante de la UDI quien fuese a una elección primaria poner esos puntos sobre la mesa, de manera que quien gane esa primaria, sea quien incorpore todas esas visiones de la centroderecha para ir a una primera vuelta y derrotar a lo que quede de la Nueva Mayoría".

"Está a la vista que la izquierda es la misma de siempre. Es cuestión de ver cómo reaccionaron estos 'nuevos rostros' frente al fallecimiento de Fidel Castro. Lo que estos rostros nuevos le proponen al país es lo mismo que la izquierda le ha propuesto siempre: más Estado para que las cúpulas políticas gocen de todos los privilegios y emparejar para abajo.

Yo creo estar capacitada para enfrentar a esa izquierda con nuevos y viejos rostros, con nuevos y viejos estilos, porque al final sus ideas no han cambiado. Siempre hay caras nuevas en política. Yo también soy un rostro nuevo en la política parlamentaria, porque llevo tres años como senadora. La mayor parte mi carrera política ha estado en terreno con la gente en mi región. Lo que la UDI necesita es un liderazgo fuerte, claro y coherente que muestre el camino a seguir para volver a conquistar a esa gran clase media que nos ha hecho el partido más grande de Chile".

"Ponemos énfasis en la nueva izquierda, porque son ellos los que pautean al actual gobierno. Algunos dicen que la nueva izquierda no existe, pero son los mismos que decían que Jorge Sharp no existía en Valparaíso, y fue él quien, a través de distintos movimientos que tenían sus propias causas, logró agruparlas y sacar un 53% de votación. Los mismos que hoy día niegan que exista una nueva izquierda, el 2011 decían que las movilizaciones estudiantiles iban a pasar en el invierno y, por ningunearlos, terminamos con un programa de gobierno refundacional.

¿Y por qué tengo alguna ventaja para enfrentarlos? Bueno, porque me ha tocado hacerlo desde que fui presidente de la FEUC el año 2003, porque lo sigo haciendo en el Congreso y en los más de 400 foros y debates en que he estado en los últimos años, y porque fui entrenado en esa nueva cancha de la nueva política, en donde también hemos sido capaces de recoger la experiencia de aquellos que llevaron a la UDI a ser el partido más grande de Chile".