SANTIAGO.- La Fiscalía de Delitos de Alta Complejidad Oriente intentará presentar como testigos a los empresarios Andrónico Luksic y Horst Paulmann, en el proceso penal contra el administrador del restorán Bali-Hai, Juan Carlos Fernández Undurraga, acusado por el delito de estafa de casi un millón de dólares.
Ello será resuelto mañana durante la audiencia preparatoria de juicio oral que se desarrollará ante el 4° Juzgado de Garantía de Santiago, donde está radicada la causa.
En la instancia, el fiscal a cargo del caso, José Antonio Villalobos, buscará la autorización por parte del tribunal para poder presentar ante los sentenciadores a 2 peritos y 17 testigos, entre ellos Luksic y Paulmann.
Ello, porque el acusado aseguraba ser el asesor financiero de ambos empresarios, trabajo que le habría permitido incrementar su patrimonio de US$4 millones a US$27 millones, gracias a los conocimientos que habría adquirido en la Universidad de Harvad en Boston, Estados Unidos, donde había cursado un Master Of Busines Administration, (MBA), lo que resultó ser todo falso.
Por ello es que, en caso de ser aceptados por el juez, los ejecutivos deberán declarar en el juicio sobre los presuntos vínculos que habrían tenido con Fernández Undurraga y aclarar si existió alguna vez, una relación laboral con el acusado.
De acuerdo a la acusación fiscal, Fernández Undurraga se habría apropiado de manera ilícita, de casi un millón de dólares que recibió su ex pareja como herencia.
Según el documento, el imputado y Claudio Manuel Carreño Rosales, también acusado en la causa- se habrían concertado para apropiarse del dinero de Yvette Fath Lazo, con quien Fernández inició una relación amorosa en noviembre de 2011.
En el escrito, el Ministerio Público detalla que el ejecutivo se caracterizó por ostentar de los bienes que aparentemente tenía, destacando siempre su buen pasar económico y el éxito de sus negocios, entre ellos, el restorán ubicado en avenida Cristóbal Colón, en la comuna de Las Condes.
En este escenario, y aprovechándose de la confianza que generó en su víctima, Fernández Undurraga convenció a la mujer para que le entregara el dinero de la herencia con el objetivo de invertirlos en fondos exclusivos, en los cuales también participaban sus "jefes" Luksic y Paulmann.
Una vez logrado lo anterior, en marzo de 2012, el acusado terminó su relación con la mujer, a quien nunca entregó ganancias ni la devolución del dinero invertido.
Todos estos hechos, a juicio del fiscal Villalobos, constituyen el delito de estafa, por los cuales solicitó una pena de 5 años de presidio menor en su grado máximo más una multa de 30 UTM para los dos acusados.
