SANTIAGO.- El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, ofició una misa de acción de gracias en la Catedral Metropolitana para conmemorar el trabajo realizado por la Vicaría de la Solidaridad, creada hace 40 años para la defensa de la vida y los Derechos Humanos en el país.
En la liturgia participaron ex funcionarios de la Vicaría junto a algunos de los actuales herederos de su misión como los trabajadores de la Pastoral Social Caritas, y cientos de personas que quisieron dar gracias por la labor de la histórica institución fundada por el cardenal Raúl Silva Henríquez.
En su homilía, Ezzati llamó a no olvidar la difícil época de la historia de nuestro país en que fue más activa la Vicaría de la Solidaridad.
"Fue claro quiénes eran los perseguidos y vulnerados. La Iglesia nunca ha estado sola, porque si bien siempre hay sacerdotes, religiosas y laicos que han trabajado unidos en la tarea de la solidaridad, también hay hombres y mujeres de buena voluntad que sin adscribir lo de católico, han dado su importante aporte a la caridad y a la solidaridad", indicó.
Agregó que "el rol profético de la Vicaría de la Solidaridad nos desafía a seguir defendiendo los Derechos Humanos, a seguir acogiendo a todos quienes ven vulnerada su dignidad. No podemos quedarnos en la añoranza de que todo tiempo pasado fue mejor".
Por su parte, Javier Luis Egaña, primer secretario ejecutivo general de la Vicaria de la Solidaridad, señaló que "se cumplen 40 años y el cardenal no sólo quiso encontrarse en el lugar donde trabajó la Vicaría de la Solidaridad, sino que también, quiso una liturgia de acción de gracias".
"Considero que es un lindo gesto que permite recordar a sus predecesores, al cardenal Raúl Silva que la creó y después, al cardenal Oviedo y cardenal Fresno, quienes la continuaron. Es una linda ocasión para reencontrarnos con mucha gente que no veíamos desde hace mucho tiempo", añadió.
En tanto, Lorena Fries, subsecretaria de Derechos Humanos, expresó que "tenemos que agradecer la defensa y el compromiso que tuvieron asistentes sociales, abogados, trabajadores y trabajadoras de la Vicaría de la Solidaridad y como dijo monseñor Ezzati, entregaron su vida por los Derechos Humanos. Yo quiero decirle a todo el país que le debemos las gracias a muchas personas que nos contribuyeron en un momento tan doloroso a defender los derechos humanos".
El signo más emotivo de la celebración fue cuando funcionarios y ex trabajadores de la Vicaria de la Solidaridad encendieron velas desde el emblemático cirio utilizado en el Simposio de los Derechos Humanos desarrollado en la Catedral de Santiago en 1978, que el cardenal Silva Henríquez convocó en tiempos del régimen militar.
