SANTIAGO.- A sólo un día de que se conozcan los resultados de la PSU de este año, el vicepresidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), enfatizó en la "competencia desigual" que la herramienta provoca entre los colegios públicos y los privados.
"La PSU es una prueba de conocimientos y en nuestra sociedad normalmente el que tiene más conocimientos es el que puede pagar por ellos", señaló el senador por La Araucanía.
Agregó que "hoy día para dar una buena prueba se necesita incluso preuniversitario, no basta con el colegio. Entonces, se transforma en una competencia desigual entre colegios y entre estudiantes".
Los dichos del parlamentario vienen a ser una reacción ante la entrega parcial de los resultados, luego de que este viernes se dieran a conocer a los alumnos que obtuvieron el puntaje máximo en la PSU.
Fueron 163 los puntajes nacionales este año, ante lo que Quintana afirma que "basta observar que de estos máximos puntajes, 112 sólo fueron en colegios particulares pagados".
De hecho, 11% de los estudiantes que lograron puntajes nacionales egresaron de un colegio municipal (18), 20% de colegios particulares subvencionados (33) y 69% de particulares pagados (112).
"Estamos en presencia de una feroz segregación porque sabemos perfectamente cómo le irá a un estudiante que asiste a un colegio en una determinada comuna u otra", señaló el senador PPD.
Añadió que "la PSU ha profundizado la desigualdad en el acceso a la educación superior, especialmente en las universidades y llegó la hora de revertir esta situación con el proyecto de reforma a la educación superior"
El parlamentario expresó, además, que "va contra toda lógica que alguien que va a estudiar educación física tenga los mismos instrumentos de ingreso que uno que estudia Medicina", por lo que la "PSU es un fracaso por donde se le mire".
Reforma a la educación superior
"Sin cambiar la PSU no habrá verdadera reforma a la educación superior", sentenció Quintana, ad portas que se inicie la discusión de esta iniciativa en el Senado. "No basta con otorgar gratuidad ni reformular las instituciones si el sistema de acceso responde al nivel socioeconómico", alertó.
Por eso, "es urgente que encontremos un nuevo instrumento o más de uno que permita entender la educación como derecho social y no como un negocio. De hecho, eliminar la PSU es ir terminando con la lógica de mercado que implica acceder a la educación superior", comentó.
"Un nuevo sistema debe contemplar conocimientos, aptitudes, mérito, vulnerabilidad y otros factores: hay que avanzar a una prueba que mida el potencial de los estudiantes y las necesidades que requiere cada carrera, dejando atrás el concepto de prueba estandarizada", puntualizó Quintana.
