SANTIAGO.- Durante un año, los profesionales de la Fundación Emilia se dedicaron a investigar cuáles eran las consecuencias reales de los accidentes de tránsito, poniendo el foco en aquéllos en que los conductores habían ingerido alcohol antes de tomar el volante.
La idea era contabilizar el número de fallecidos en esos accidentes, pero no sólo considerando las 24 horas posteriores a los siniestros –como generalmente lo hace Carabineros para elaborar sus estadísticas–, sino en los 30 días posteriores al accidente.
60%más serían los fallecidos en accidentes por conductores ebrios
Los investigadores analizaron el periodo 2010-2015 y compararon sus resultados con los datos del sistema de Salud (DEIS), Fiscalía (SIAUT) y los de Carabineros, y lo que descubrieron los dejó asombrados: El número de fallecidos aumentaba considerablemente.
Una de las primeras conclusiones del estudio –"Cuantificación y validación de víctimas, producto de siniestros de tránsito por conducción en estado de ebriedad en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol"– es que considerando no sólo el día, sino el mes posterior, el número de personas que perdieron la vida en accidentes aumentó en un 25%.
"Esto implica que mueren cuatro personas por violencia vial por cada una que lo hace por delincuencia, donde se incluyen homicidios, asaltos, portonazos, violencia de género y narcotráfico. Esto nos permite dimensionar el real alcance del tema de la seguridad pública vial en espacios comunes. Se trata de un asunto de urgencia para la política pública y la vida diaria de la ciudadanía", señaló el vicepresidente ejecutivo de la fundacion, Benjamin Silva.
Otro hallazgo es que, en el caso de accidentes donde participó un conductor en estado de ebriedad, si se toman en cuenta los 30 días posteriores al siniestro, el número de fallecidos aumenta en un 60,3%.
"Entre el 2010 a 2015 no son los 695 que indican los registros de Carabineros, sino son 1.735 los muertos, donde 1.040 no estaban en los registros con que se trabajaban las políticas públicas vinculadas a esta temática", sostuvo Silva.
Asimismo, el estudio reveló que durante los dos años de vigencia del la Ley Emilia se registró una baja de un 38,21% de fallecimientos por conductores en estado de ebriedad, lo que de acuerdo a la fundación, implica que 203 personas no murieron.
"Así, queda demostrado que el alza de penas efectivas, disuaden -en este tipo de delitos- de realizar infracciones a la norma. (...) Llama la atención que organismos técnicos como CONASET y centros de investigación de prestigiosas universidades, conozcan esta falencia en los registros de víctimas de delitos viales y hasta la fecha no hicieran nada, pese a las indicaciones de la OMS" finalizó.
