Jonathan Mancilla, El Mercurio
VALPARAÍSO.- Nuevamente Valparaíso. Y es que aún no se cumplen dos años del brutal incendio que el 14 de abril de 2014 consumió 2.900 viviendas y ayer nuevamente el fuego se apoderó de los cerros porteños, esta vez de la parte alta de Playa Ancha, una de las zonas más populosas de la ciudad.
Hoy la escena se repite y en medio de las cenizas y el fuerte viento que preocupa por un eventual rebrote, los vecinos del sector de Puertas Negras ponen todos sus esfuerzos en remover los escombros, despejar el terreno que hasta este lunes acogía su casa y volver a levantarse.
Así con guantes, palas y con la camiseta del equipo de fútbol Santiago Wanderers cubriendo sus rostros haciendo de mascarilla, lo único que les importa es que el fuego no vuelva a iniciarse.
La mayoría de los hombres pasó la noche en el lugar ayudando a los Bomberos en la extinción del fuego que hasta ahora, según informaron las autoridades tras en el Comité de Emergencia matutino, se mantiene activo pero controlado tras haber consumido cerca de 140 casas con serio peligro de iniciarse otra vez por culpa del viento y las altas temperaturas.
El bombero
Juan Carlos Espinoza es voluntario en la 16 compañía Bomberos de Laguna Verde y fue testigo de directo de cómo su casa, en la que vivía junto a sus padres y hermanos, se quemaba sin poder hacer nada.
"Estaba a cincuenta metros de acá ayudando en otras casas pero estaba seguro que la nuestra se iba a quemar. Incluso le dije a mi papá 'sale porque se va a quemar. Ya la perdiste'", dijo a Emol.
Espinoza asegura seguir en estado de schock tras de más de 20 horas despierto, pero "no podemos estar débiles" e invitó a todos quieran ayudar a acercarse al cerro.
"De milagro"
Juan Maira dice que la casa de su madre, Mirna Navarro, se salvó "de milagro". Esto porque es la única vivienda que no se quemó entre la calle Estibadores y Los Dorqueros.
"Mi viejita me llamó para decirme que las llamas estaban cerca de la casa. Yo llegué justo así que empecé a romper y con unas voluntarias de Bomberos empezamos a mojar todo", relató.
Según explica, su vecino era comerciante y vendía cerámica y elementos para su instalación. "Todo era inflamable, se prendió al tiro (sic). Si por eso nos salvamos de milagro".
"Acá nos criamos"
"Toda la cuadra se quemó, y vivía toda mi familia acá y yo soy nacido y criado acá por eso vine a ayudar porque acá están mis primos, mis tíos y todos mis amigos. Uno no puede ser indiferente" , contó Patricio Escobar quien aseguró que toda la población se conoce por eso no podía estar ausente pese a que él se cambió de casa unas cuadras cerro arriba hace algún tiempo.
"Vinimos a sacar escombros, a ayudar a mi amigo y su gente", comentó Carlos que llegó desde la población Puerto Williams también de Playa Ancha a ayudar a su amigo Patricio.
Este martes, todos ellos trabajan en paralelo a los helicópteros y personal de Emergencia quienes están principamente concentrados en apagar los focos que aún permanecen activos cuando el viento, a medida que pasan las horas, se hace más intenso y la temperatura sigue subiendo.
