La ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez.
El Mercurio/ Archivo.
SANTIAGO.- La ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, aseguró que "no ha habido presiones indebidas" por parte de La Moneda ante el caso de la machi Francisca Linconao, unas de las imputadas por el asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay, a quien esta semana se le concedió el arresto domiciliario.
En el programa Estado Nacional de TVN, la portavoz de La Moneda además negó que hayan "contradicciones" entre el hecho de que sean querellantes del caso y su preocupación por el estado de salud de la machi por su huelga de hambre, ante lo cual el abogado de la Intendencia de La Araucanía se mostrara a favor de modificar su presión preventiva por arresto domiciliario total.
Asimismo, la secretaria de Estado descartó "una imposición del nivel central hacia la región (el abogado de la intendencia), eso yo lo descarto de plano".
Así, explicó que "el Gobierno ha sido tremendamente claro en señalar que el asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay, es un hecho horroroso, y que nosotros condenamos con la mayor fuerza, eso quiero que quede claro, aquí no hay ningún tipo de relativismo, respecto de eso. El Gobierno está comprometido y por eso es querellante de esta causa, está comprometido a que aquí se esclarezcan los hechos, se investigue lo que se tenga que investigar y se llegue a que las personas que resulten culpables cumplan con la justicia como corresponde".
No obstante, Narváez diferenció que "habiendo una de las personas imputadas en esta causa, imputada, no condenada, en huelga de hambre, cualquier autoridad persuadiría a esa persona, porque deponga su medida de presión. Eso puede ocurrir en otros casos".
"Aquí lo que se hizo fue intentar por distintas maneras que ella dejara esta huelga de hambre, porque tenía implicancias muy duras para su salud, y eso fue lo que el Gobierno acompañó en su momento. El intendente así como se reunió con la machi Linconao, también se reunió con la familia Luchsinger-Mackay", sostuvo.
Gobierno niega "contradicción" en su actuar
Ante la petición de la familia Luchsinger a La Moneda de que salgan de la causa, la ministra detalló que "aquí no hay una opción de que el ministerio del Interior deje de ser querellante o no ser querellante, esto no se trata de un tema de querer o no, cuando hay un homicidio de estas características el Estado está obligado a ser querellante".
"La acción legítima del Ministerio del Interior como parte querellante del caso, respecto de la modificación de la cautelar en forma pasiva, tiene que ver con la preocupación legítima del estado de salud de la imputada específicamente. Pero no significa que nosotros vayamos a desistir como querellantes del caso en la necesidad de que esta causa se esclarezca´", recalcó.
Finalmente, Narváez concluyó que "nosotros no creemos que haya contradicción entre la dos cosas, porque somos capaces de decir este es un crimen horroroso que debe ser esclarecido y debe ser sancionado con el máximo rigor de la ley, no hay ninguna duda de eso".
Y "segundo somos capaces de entender que en este proceso una de las imputadas, no condenada (…) nos damos cuenta que entró en una huelga de hambre (…) y ese arresto domiciliario total en nada perjudica la investigación que se lleva adelante que es lo que importa, que se investiga y que se sancione en un marco de Estado de derecho y eso es lo que vamos a garantizar".
