De todas formas, la entidad explicó que el aumento de avisatamientos esos animales es normal en esta época, ya que durante la primavera y el verano éstos presentan mayor actividad, mientras que en otoño e invierno hibernan.
La evidencia del incremento es que entre el 1 y el 6 de enero de 2017 han llegado 70 muestras de murciélago a la sección de Rabia del ISP, algunos traídos por las mismas personas y otros capturados por personal sanitario municipal o de la Seremi de Salud. Del total, tres resultaron positivas a rabia, lo que equivale al 4,3% del total.
El año pasado, el ISP recibió 1.563 muestras en todo el año, de las cuales 94 presentaban esta enfermedad (6%). El número de murciélagos se mantiene en los últimos años en un rango entre los 1.400 y los 2.200 casos anuales, con un porcentaje de entre el 3% y el 6,8% que presentan rabia.
¿Qué hacer si encuentra un murciélago?
Según la jefa de la sección de Rabia del ISP, Verónica Yung, "el encontrar un murciélago durante el día ya es una situación anómala, ya que estos mamíferos son nocturnos", lo que podría indicar que éstos portan la enfermedad.
Las autoridades aconsejan que, en el caso de encontrar uno de estos animales en el hogar, lo ideal sería llamar a la Seremi de Salud de la región en la que se encuentre o a su municipalidad, para que el personal capacitado realice la captura.
De no ser posible, el ISP advierte de la peligrosidad de entrar en contacto directo con el murciélago, por lo que Yung recomienda "utilizar guantes de látex gruesos y un recipiente de boca ancha, como un tarro de leche u otro. Así, al momento de encontrar al murciélago posado en una superficie lisa, se debe poner sobre el animal el tarro boca abajo, para posteriormente deslizar un cartón que sirva como tapa, que debe ser fijado con cinta adhesiva".
Las muestras se derivan posteriormente al instituto para analizar si el animal porta o no la rabia.
El diagnóstico de esta enfermedad en murciélagos se registra recién desde 1985. Previo a ello, eran los perros quienes contagiaban la rabia a los humanos, constituyendo el 99% de los casos según expone la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El virus es fatal en muchos de los casos. De hecho, en 1996 un niño de siete años de Rancagua perdió la vida debido la infección de rabia por parte de un murciélago. En tanto, en 2013 un joven de Quilpué se transformó en uno de los pocos casos del mundo en sobrevivir a esta enfermedad.