SANTIAGO.- La buena noticia es que en los últimos diez meses disminuyó el territorio nacional afectado por la sequía, pero lo preocupante es que el fenómeno ya abarca casi tres cuartas partes del suelo del país y aumentó la población afectada.
Así lo muestra un estudio elaborado por Conaf que indica que a diciembre de 2016 un 72% del suelo de Chile continental registra algún grado de sequía (leve, medio o grave), lo que corresponde a 55 millones de hectáreas.
Esto es cuatro puntos menos que el estudio anterior (a marzo del año pasado), cuando el 76% del suelo nacional la evidenció.
"Que haya menos sequía se debe a un fenómeno natural como lo es la lluvia. Durante el transcurso de los meses hubo un alza de precipitaciones que significó una disminución de sequía", dijo el coordinador nacional de Bosques y Cambio Climático de Conaf, Ángelo Sartori.
No obstante, en términos de población, la cifra de afectados por el fenómeno climático aumentó, llegando a 16 millones (90% de los chilenos), 25 puntos más que en la medición anterior, cuando afectaba al 65% de la población.
"Cada año aumenta la densidad poblacional en distintas zonas. Independiente de que la sequía baje, la diferencia no va a ser mucha porque las personas afectadas son más", comentó.
De acuerdo al estudio, las regiones más perjudicadas por la sequía y suelo degradado son Coquimbo, Valparaíso, O'Higgins y Metropolitana. Esta última cuenta con 6,7 millones de habitantes perjudicados, posicionándose como la con mayor sequía en términos de población.
La situación más compleja la viven en la Región de Valparaíso, donde 1,7 millones de habitantes la sufre en categoría grave.
El coordinador menciona que hay varios factores que inciden en la sequía: "El primero es el cambio climático y la deforestación de los bosques. Otro es el aumento de la población en el país, lo que implica una demanda de recursos hídricos mayor para distintos fines productivos, por ende el agua se consume más".
Asimismo, agregó que "la lluvia es un factor, pero debe ser comparada con periodos mucho más largos que un año para definir una tendencia".
Plan de forestación
Sartori afirma que para poder disminuir los efectos de la sequía, el Estado debería reaccionar de manera concreta con un plan de recursos vegetacionales. "Es decir, forestar con especies nativas adecuadas, revegetar, hacer un manejo sustentable de los bosques, fomentar la silvicultura preventiva para evitar la dispersión de incendios y restaurar ecosistemas degradados", menciona.
También afirma que aún faltan instrumentos financieros para la generación de subsidios destinados a las actividades mencionadas.
"Hasta el momento no tenemos una ley que sirva para hacer forestación con especies nativas, lo que es muy importante. El Estado debe aportar con esto de manera sostenible", concluyó.
Al respecto, el 28 de diciembre pasado la Cámara de Diputados aprobó la resolución 753, que solicita a la Presidenta de la República tomar las medidas necesarias para adoptar un plan de contingencia frente a la sequía, basado en una inyección de recursos a Conaf.
Riesgo de desertificación, degradación de las tierras y sequía, por comuna
