SANTIAGO.- Si hubiese que resumir de modo algo pedestre lo que opinan distintos expertos sobre la crisis de fuego que vive el país, podrían decirse dos cosas.
Una: estos incendios no tienen precedentes en la historia. Dos: Chile no está preparado para enfrentarlos.
El general de brigada Gustavo Núñez, designado jefe de la Defensa en la Región de O’Higgins, en un alto en sus labores, lo explica así: "Ha habido incendios de 9 hectáreas que por la noche se extienden a 900 hectáreas. Es algo sin precedentes. Hay extrema sequedad, altas temperaturas, múltiples focos".
Advierte que el Ejército viene trabajando desde noviembre, con brigadistas forestales, con sobrevuelos de reconocimiento y con apoyo logístico de vehículos con combustible. "Hay más de 1.500 efectivos en la zona ayudando a combatir los incendios", dice. Sin embargo, cuando escucha que algunos piden que el Ejército empiece a apagar los siniestros, advierte que "se requiere un entrenamiento y un equipamiento especial que nosotros no tenemos". Claro que enfatiza en que se están preparando en la materia. "Para las próximas temporadas podremos tener la capacidad de apoyar en otros ámbitos, fundamentalmente para lanzar agua desde el aire", señala el general.
Para el experto en emergencias Michel De L’Herbe, es preciso contextualizar que esta temporada se han quemado "más de 230 mil hectáreas. En una temporada promedio se queman 58 mil". En ese escenario, advierte que el 1% de los incendios de gran magnitud genera el 70% de los daños.
"Para ese 1% de los incendios no tenemos la logística ni las capacidades adecuadas y eso se viene advirtiendo desde 2012, cuando ocurrió el incendio de Torres del Paine". De L’Herbe recuerda que luego de esa catástrofe se hicieron planteamientos ante una comisión investigadora de la Cámara en la que se planteaba la necesidad de aumento de aeronaves, de brigadistas y de maquinaria pesada.
"Es muy difícil estar preparado para algo que nunca sucedió, esto hay que decirlo: no existe un registro en la historia", afirma el bombero Alejandro Artigas, punto focal operativo nacional del Sistema Nacional de Operaciones. Ello, pese a que se han desplegado 1.300 voluntarios. Claro que destaca que, a diferencia de siniestros en otros países, en Chile ha habido un registro bajo de fallecidos.
Poner atención en "quienes producen los incendios"
El presidente del Colegio de Ingenieros Forestales, Julio Torres, plantea que se suele cuestionar el actuar de instituciones como Conaf, pero no se pone atención en "quienes producen los incendios".
"Hay un tema que no se menciona y es la intencionalidad. ¿Por qué hay gente que intencionalmente tiende a quemar plantaciones?", se pregunta Torres.
El ingeniero dice que debe acentuarse la prevención y también la investigación de casos en los que hay una clara intencionalidad.
En ese sentido, ayer el empresario Carlos Cardoen afirmó a "
El Mercurio" que "hay una mano negra en estos incendios" y que tiene fotografías que lo demostrarían.
Mientras que María Teresa Arana, gerenta general de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), afirma que la institución "ha venido planteando hace años la necesidad de una legislación moderna e integral sobre incendios forestales, en la cual haya un fuerte componente de prevención, considerando que Chile tiene más de 33 millones de hectáreas con recursos naturales que requieren ser protegidos. Para esto es condición fundamental que la Conaf pase a ser un organismo público y no una corporación de derecho privado como lo es actualmente, para que tenga las funciones acordes a las necesidades que estamos viendo. Hoy no
