El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- "Era una niña que presentaba todas las vulnerabilidades", dijo hoy el fiscal regional de Los Lagos, Marcos Emilfork, en alusión a Lissette Villa, la niña de 11 años que en abril del año pasado falleció al interior de un centro del Sename, revelando con ello, la crisis que se vive en el servicio.
"Estaba vulnerada de sus derechos, no tenía amor de su familia en ese momento, y tenía una condición socioeconómica muy baja", agregó el investigador tras postergarse en un mes, la audiencia de formalización contra los ocho primeros imputados presuntamente responsables de los apremios sufridos por la niña y otros menores del establecimiento.
Según agregó, la instancia de hoy da cuenta de los avances de la investigación que dirige por los decesos de niños en hogares de la institución, descartando -con ello- un lento avance, como afirmó la directora del servicio Solange Huerta, en su declaración como testigo en el marco de las indagatorias.
"Fue muy difícil poder abrir los antecedentes y la verdad de lo que ahí sucedió, nos encontramos con una muerte por causas indeterminadas y donde no existía ningún involucrado", insistió, recalcando que desde el fallecimiento de Lissette hasta hoy, se han logrado establecer responsabilidades penales que podrían ser sancionadas bajo la calificación de apremios ilegítimos.
Por último, confirmó que "efectivamente existe una causa vigente en la fiscalía relacionada con eventuales delitos sexuales en los cuales fue víctima Lissette", y que fue aludida por el abogado de la madre de la niña, Sebastián Lafaurie, para fundamentar su pretensión de excluir de la causa como querellante, al padre de la niña, Javier Villa, contra quien apuntan todos los antecedentes como autor de la agresión.
La formalización, en tanto, fue reprogramada para el próximo 1 de marzo.