Así quedó el sector de Sierras de Bellavista, cerca de San Fernando, tras el incendio que se originó en La Rufina en enero de 1999.
El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- "El país enfrenta el mayor desastre forestal de nuestra historia, con un área afectada 20 veces mayor que en 2016", escribió el lunes la Presidenta Michelle Bachelet en su cuenta Twitter, graficando así la catástrofe que aflige especialmente a las regiones de O’Higgins y El Maule.
El pasar de los días no sólo confirmaron lo señalado por la Presidenta. Hechos nunca vistos se registraron en el país, como la desaparición completa del pueblo de Santa Olga producto de las llamas.
Más de 10 personas han fallecido debido a los incendios y despliegue de ayuda internacional es sólo comparable con el 27/F.
Las casi 300 mil hectáreas quemadas se transformaron con creces en la temporada más devastadora desde 1970, año en comenzó el registro.
Antes de este hecho, el peor incendio forestal ocurrió en el sector de La Rufina, en la zona precordillerana de San Fernando, donde en enero de 1999 se quemaron 25.389 hectáreas.
El impacto de ese siniestro fue tal, que la humareda que generó el fuego fue percibida incluso en Argentina, donde en la región de Cuyo pensaron que se trataba de la erupción de un volcán.
"Partió en La Rufina y fue provocado por un descuido, quizás sin mala intención (...). Fue horrible, ya que afectó la parte de Sierras de Bellavista, una zona hermosa, llena de forestación, pero que también tiene pino, lo que contribuyó a ampliar el incendio con su resina aceitosa", recuerda Raúl Herrera, concejal de la comuna en ese año y luego intendente de O’Higgins entre 2000 y 2001.
El siniestro se extendió por las quebradas de la zona a Sierras de Bellavista, Alto Huemul y Tumuñán, y se prolongó por cerca de 12 días. Según señaló en esos años el alcalde de la época, Aquiles Cornejo (1926-2014), el origen del fuego fue la colilla de un cigarro mal apagada.
25mil hectáreas se quemaron en el incendio de La Rufina en 1999
En la extinción de las llamas participaron 18 brigadas (de doce hombres) 144 efectivos del Ejército y 50 de la Armada, que debieron lidiar con la compleja topografía de la zona y la sequedad del lugar. Las pérdidas económicas fueron cercanas a los $500 millones. Bosques de robles y cipreses, sumados a la vegetación nativa, ardieron ese verano.
Respecto a las enseñanzas que dejó esta emergencia, el ex intendente recuerda que cuando estaba en ese cargo hubo un incendio similar. "Como había experiencia pasada, pero reciente, partimos rápidamente a enfrentar el fuego sin esperar nada. La experiencia que queda es que mientras dependamos del nivel central, esto seguirá ocurriendo. Nadie conoce mejor su zona que los que viven en su zona", agrega.
Agrega que lo ocurrido ahora es previsible, considerando las lluvias que hubo en abril y mayo del año pasado. "Con esas lluvias la maleza creció casi un metro y no fue cortada a tiempo", añade.
Recuperación en La Rufina
Cuatro meses después del incendio se inició la recuperación de la zona, con fondos del gobierno regional de JICA, la agencia de cooperación internacional de Japón. Lo primero fue recuperar una zona de más mil hectáreas que generaba el agua que consumía un poblado.
"El incendio provocó un drama ecológico, que felizmente está superado. Se demoró cuatro a cinco años en recuperarse, ya no hay recuerdo de lo ocurrido, pero se replantó de nuevo con pinos y el peligro continúa", cuenta Herrera.
Si bien actualmente no hay daño, los bosques de cipreses que existían se perdieron completamente y su recuperación podría tomar 30 años.