EMOLTV

Santa Olga: Expertos intensifican atenciones psicológicas ante el estrés postraumático

Servicio de Salud del Maule, que contaba con cinco duplas de psicólogos y asistentes sociales, incorporó cuatro equipos más para que durante los próximos meses refuercen las atenciones de salud mental entre los damnificados.

30 de Enero de 2017 | 07:44 | Emol
imagen
El Mercurio
CONSTITUCIÓN.- Nicudema Sagredo (82) está tendida en una camilla por una descompensación derivada de su diabetes, mientras una enfermera le suministra insulina en un improvisado centro de salud que opera en una tienda de campaña en la entrada de la Villa Santa Olga, de Constitución, en donde la noche del miércoles se quemaron 1.200 viviendas a causa de la catástrofe de los incendios forestales.

Algunos de los más de cinco mil vecinos que perdieron su hogar comienzan a regresar a la población en ruinas, y muchos son niños y personas de la tercera edad, los que necesitan atención médica.

A estos se suman aquellos que sufren heridas y cortes en las labores de limpieza y reconstrucción, que terminan con suturas o parches, y los que deben controlar cómo han evolucionado las quemaduras sufridas en lo que terminó siendo un infructuoso combate de las llamas, publica "El Mercurio".

Afloran también las molestias respiratorias y oculares generadas por la densa capa de humo y ceniza que cubrió la zona en las horas posteriores a la tragedia.

Todos son atendidos en la tienda de campaña dirigida por la médico del SAMU Ximena Grover, y secundada por el doctor Roly Elías. Desde que se instalaron allí, luego del miércoles, diariamente reciben a unas 300 personas.

Con el retorno de los pobladores, junto con las atenciones de urgencia, empezaron a aparecer los pacientes crónicos de la villa, cuyos medicamentos y fichas clínicas se convirtieron en cenizas.

La doctora Grover señala: "es fundamental reponer lo antes posible los tratamientos de los enfermos crónicos, que si no reciben sus tratamientos se pueden descompensar gravemente". Con hojas de oficio han intentado confeccionar nuevas fichas para estos pacientes.

Por la tarde, frente a la carpa se instaló el primero de dos contenedores -de 2 x 6 metros-, donde hoy comenzará a funcionar el equipo de salud familiar que atendía a Santa Olga antes del siniestro: "Está compuesto por un médico, una psicóloga, una kinesióloga, dos técnicos paramédicos, más el conductor y el vehículo que utilizan para acciones sanitarias", asevera el director del Servicio de Salud del Maule, Rodrigo Alarcón, quien destaca que "en menos de una semana se reinstaló la atención".

Mañana se colocará un segundo container -del mismo tamaño y que duplicará el espacio disponible-, y a mediados de febrero se levantará un recinto modular de 120 metros cuadrados, que reemplazará a la posta del poblado.

Crisis de angustia


Pero no todo son las lesiones visibles. Hay una gran cantidad de vecinos que llegan a la tienda de campaña con crisis de angustia, llanto y pánico, estrés agudo, insomnio y otros padecimientos. No logran conformarse de la pérdida de sus hogares.

El servicio de salud maulino envió a terreno a sus cinco duplas psicosociales -compuestas por un psicólogo y un asistente social-, e incorporó luego del incendio a cuatro equipos más para que durante los próximos meses intensifiquen las atenciones de salud mental para evitar cuadros de estrés postraumático entre los damnificados. A estos se añaden los psicólogos voluntarios que arribaron al lugar y que se repartieron entre los pasajes para contener a los vecinos. Pacientemente, les conversaban a aquellos que se largaban a llorar desconsolados entre los escombros.

Mientras Nicudema intenta ponerse de pie para que le den el alta, afuera de la tienda de campaña sus vecinos están en una situación similar. Intentan reconstruir sus hogares y sus vidas, arrasadas por los incendios.