SANTIAGO.- Días después de la llegada del avión SuperTanker a Chile, y en medio del recrudecimiento de los incendios forestales, el Gobierno aceptó el ofrecimiento de Rusia de enviar otra aeronave para hacer frente a la catástrofe: el Ilyushin IL-76, la que aterrizó en el país durante la madrugada del lunes con una tripulación integrada sólo por rusos.
Con el fin de traducir conversaciones y explicaciones al español y resolver cualquier duda que el grupo pudiera tener, la Policía de Investigaciones (PDI) designó a un detective de la oficina nacional de Interpol para que acompañara a los rusos en sus misiones y actividades durante su estadía.
Se trata de Alejandro Montero, quien habla ruso con fluidez, y ayer ya estuvo a bordo del Ilyushin en su primer día de trabajo en Chile. De hecho, se mantendrá con ellos hasta el día que vuelvan a Rusia.
Un chileno-ruso a bordo del Ilyushin
Nacido en la Unión Soviética en 1979. Su padre, chileno se fue del país en la década de los 70 "debido a la situación política", explica Montero. Ya en el extranjero conoció a su madre, ciudadana soviética.
Cuando cumplió 18 años, la familia de Montero volvió a Chile, exactamente el 19 de abril de 1996, según recuerda.
"Mi papá tomó la decisión. Vivimos allá en Rusia en los años 90, el quiebre del Gobierno comunista, formación del Gobierno socialista, creación de las mafias y todo, la Primera Guerra Chechena", cuenta a Emol.
"La región donde vivía era donde se concentraban las Fuerzas Armadas que se iban al conflicto chechenio. Obviamente los papás piensan en los niños y antes de que yo pudiera tomar cualquier decisión, ellos tomaron las maletitas y nos fuimos"
Alejandro Montero
Fue a pocos meses del término de la primera guerra Chechena -el conflicto que duró dos años en el que Rusia intentó recuperar el control de la República de Chechenia, independiente desde el quiebre de la Unión Soviética- cuando decidieron dejar Rusia.
"La región donde vivía era donde se concentraban las Fuerzas Armadas que se iban al conflicto chechenio. Obviamente los papás piensan en los niños y antes de que yo pudiera tomar cualquier decisión, ellos tomaron las maletitas y nos fuimos", comentó el detective. Asegura que la decisión de su padre estuvo motivada por la idea de Montero de unirse al Ejército y combatir en el conflicto.
Fue en 1999, cuando ya llevaba casi tres años en Chile, que Montero tomó la determinación de ingresar a la PDI. "Pero en esa época todavía no cumplía el requisito que se pedía para postular a un cargo público, por ende tenía que cumplir cinco años de avecindamiento en el país", señaló.
Mientras tanto, estudió y trabajó en la aerolínea nacional LAN hasta 2003, hasta que cumplió en el país el tiempo suficiente requerido y postuló a la Escuela de Investigaciones Policiales. Hoy, ya lleva 14 años de servicio.
El primer vuelo del avión ruso
Estos días, sin embargo, Montero ha dejado de lado sus atribuciones como detective de la PDI y se desempeña desde el lunes como "attaché" o agregado policial en las misiones del equipo ruso que acompaña el avión Ilyushin.
Ayer, de hecho, Montero estuvo a bordo de la aeronave durante su primera jornada de labores en Chile, donde descargó un total de 84 toneladas de agua, en dos vuelos, sobre los incendios forestales en Portezuelo y Huerta de Maule.
"La experiencia es una cosa nueva, yo creo que para todos, una avión de estas características no se ve todos los días en nuestro país", manifestó.
Agregó que está "feliz de poder ayudar algo y aportar tanto a Chile y a la tripulación, poder sacarlos de las dudas que surgen en el momento para poder combatir el fuego, así que satisfecho y feliz por los dos lados".
"(Estoy) feliz de poder ayudar algo y aportar tanto a Chile y a la tripulación"
Alejandro Montero
Consultado respecto a la opinión del equipo ruso sobre la emergencia incendiaria que se vive en Chile desde hace semanas, Montero comentó que "los rusos no opinan, los rusos hacen la pega no más".
"Ellos dicen 'ya, que nos den las cosas, las coordenadas y a trabajar' y eso se vio ayer, viajaron más de 30 horas de vuelo los pilotos y aún así trabajaron casi todo el día. No pudieron trabajar más porque se oscureció no más", añadió.
"Por lo que me di cuenta son realmente profesionales en la pega que hacen, porque volar ese avión a la altura que volaron en la primera descarga el día de ayer, yo en algún momento dije 'aquí vamos a chocar con el cerro'", añadió.
"Los rusos se quedan hasta que el gobierno chileno lo requiera"
Alejandro Montero
Comenta que, a diferencia del SuperTanker, el Ilyushin no necesita de un avión que lo guíe. "Es autónomo 100%. Los pilotos reciben las coordenadas de la Conaf, hacen reconocimiento del punto donde la Conaf requiere que se descargue el agua, y una vez hecho el reconocimiento, el piloto decide por dónde y cómo entrar, si entra de lado, desde arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, el piloto toma la decisión".
Asimismo, apuntó que el avión ruso no requiere de las donaciones para extender su estadía en Chile, como sí lo hace el SuperTanker, al principio gracias al ofrecimiento de la chilena Lucy Ana Avilés y desde mañana por el aporte de la familia Luksic. Afirma que "los rusos se quedan hasta que el Gobierno chileno lo requiera".