SANTIAGO.- Desde Estados Unidos, donde participó como presentador en una conferencia sobre los desafíos de infraestructura en ese país, Eduardo Engel ha seguido de cerca el debate que se generó a raíz del proceso de refichaje de los partidos políticos en Chile.
A fines de enero, el Servicio Electoral (Servel) resolvió flexibilizar la depuración de los padrones electorales de las colectividades y estableció que los militantes podían reficharse sin la necesidad de realizar el trámite en forma presencial, sino que mediante el envío de un correo electrónico con la cédula de identidad escaneada.
La iniciativa fue anunciada tres meses antes de que venza el plazo para que los partidos acrediten contar con al menos 18.250 adherentes en sus filas, lo que, de acuerdo a la Ley de Fortalecimiento de la Democracia, les permite seguir recibiendo financiamiento público e inscribir a sus candidatos. El jueves, cuando los partidos en formación reclamaban por considerar que los cambios al refichaje resultan contrarios a la igualdad ante la ley, la Izquierda Autónoma advirtió que llegará a tribunales.
El ex presidente del Consejo Asesor Presidencial contra la Corrupción aborda el nuevo escenario en esta entrevista, realizada a través de un cuestionario escrito de preguntas.
—¿Cómo evalúa usted que el Servel haya definido a última hora otorgar facilidades a los partidos políticos para que cumplan con el proceso de refichaje de sus militantes?
—En principio es razonable que se faciliten procesos de refichaje o afiliación a partidos políticos, valiéndose de las tecnologías de la información. Lo que es impresentable es la asimetría entre partidos tradicionales y partidos en formación. El Servel dando facilidades a los partidos tradicionales para refichar a sus militantes al mismo tiempo que no ha hecho nada para facilitar la inscripción electrónica de nuevos militantes, tema clave para los partidos en formación. La ley aprobada el año pasado estipula que tanto el refichaje como la afiliación de nuevos militantes puedan hacerse de modo electrónico, pero para que esto se cumpla, el consejo del Servel debe aprobar los instructivos correspondientes y en el caso de los nuevos militantes aun no lo hace.
—La reinscripción de los militantes ahora podrá realizarse mediante un correo electrónico, con un escáner de la cédula de identidad adjunto. ¿Qué riesgos implica esa metodología?
—Es importante que el Servel asegure que el nuevo mecanismo que ha implementado esta semana dé garantías de que la ratificación se realice de forma fidedigna para que no vuelva a ocurrir lo que se busca reparar con el refichaje: padrones abultados y con información no veraz.
—Una de las tesis que se ha instalado es que el Servel actuó bajo presiones de partidos, que han encontrado dificultades para cumplir los requisitos que exige la Ley. ¿Cuál es su percepción al respecto?
—No se ve bien que la inscripción por internet, enviando fotocopia del carnet de identidad, se haya anunciado esta semana, justo después de los reclamos de varios partidos tradicionales.
—El presidente del Servel, Patricio Santamaría, defendió las nuevas facilidades a las colectividades, argumentando que “una cosa es la constitución de partidos nuevos y otra cosa diferente es la reinscripción de actuales afiliados en partidos constituidos”. ¿En qué aspecto concuerda con él y en cuál difiere?
—En tiempos normales el argumento anterior tendría cierta lógica. Pero no estamos en tiempos normales. La necesidad de reinscribir los militantes de los partidos nació de que los padrones existentes no eran confiables y facilitaban prácticas antidemocráticas al interior de los partidos. Que partidos con más de 100 mil militantes tengan problemas para refichar a 18 mil significa que la mayoría no quiere seguir en el partido o, en algunos casos, que nunca supo que lo habían inscrito en el partido. Luego la diferencia entre los partidos tradicionales y los partidos en formación no es tan grande como los primeros quisieran.
—¿No es sino una expresión de la crisis de las instituciones y de la política?
—La dificultad para refichar militantes refleja que la gente no se siente representada por los partidos, no obstante lo cual soy optimista respecto de lo que viene. La nueva legislación, una vez que esté implementada, facilitará que emerjan nuevas opciones dentro de los partidos, al tener registros confiables y accesibles para cualquier militante, entre otras medidas que estimulan la competencia interna. En el mediano plazo esto contribuirá a tener partidos que representen mejor a la ciudadanía. Algo de eso vimos en la elección interna reciente de la UDI. Por primera vez hubo elecciones internas donde el voto de cada militante contaba por igual, lo que le da mayor legitimidad a sus directivas ante las bases que las eligieron. El hecho que ahora exista financiamiento público de los partidos significa emparejar la cancha a futuro, pues los dirigentes cercanos a financistas privados no tienen la ventaja que tenían en el pasado. Es cierto que ganó la candidata que representaba la continuidad, pero emergió un nuevo liderazgo que bien puede llegar a liderar el partido gremialista en un futuro cercano.
Rol de los partidos
—Algunos analistas han planteado que se ha colocado demasiada presión a los partidos, al forzar un refichaje, introducir un nuevo sistema electoral y un sistema de cuotas. ¿Cuán de acuerdo está usted con dicha evaluación?
—Fueron los mismos partidos, a través de sus parlamentarios, quienes aprobaron el refichaje, el nuevo sistema electoral y el sistema de cuotas. Ellos pusieron las cifras correspondientes, como los 18 mil afiliados para refichar un partido, una fracción menor de los más de 100 mil afiliados que señalan los padrones de varios partidos. Lo que ha sucedido, tanto en el tema del refichaje como el de cuotas, es que la mayoría de los partidos han sido lentos en adaptarse a las nuevas reglas. Es importante recordar que las mayores exigencias de democracia interna, transparencia, rendición de cuentas y mecanismos de cuotas son demandadas por la ciudadanía respecto de partidos que cuentan con baja confianza y son herramientas que debieran contribuir a que esta vaya aumentando.
—En 2015 usted señaló que la comisión del Senado debilitó las indicaciones del Ejecutivo respecto de la depuración del padrón electoral de las colectividades, ante lo cual el senador Ignacio Walker señaló que “detrás de toda la filosofía que transmite Engel existe una profunda desconfianza en los partidos y sus militantes”. ¿Desconfía usted de que los partidos realicen un proceso transparente de refichaje?
—Las propuestas que hizo el Consejo Anticorrupción para fortalecer la democracia interna de los partidos, todas las cuales fueron aprobadas por unanimidad de sus miembros, tenían por objetivo fortalecer los partidos políticos, porque su rol es clave para nuestra democracia. Fue por eso que propusimos medidas impopulares pero claves, como una componente pública importante en el financiamiento de los partidos. Dicho lo anterior, cabe agregar que los procedimientos que establezca el Servel para estos procesos deben dar confianza a toda la ciudadanía.
Designación en CDE
—Como ex presidente del Consejo Anticorrupción, ¿comparte la designación de la ex ministra Javiera Blanco en el CDE, luego de que abandonara la cartera de Justicia en medio de una fuerte polémica?
—Más que el caso específico lo que quisiera comentar es el principio general y esto a título personal, no como ex presidente del Consejo Anticorrupción. El proceso de aprobación de autoridades para entes colegiados importantes del Estado, como el Tribunal Constitucional, puede ser mucho mejor. Partiendo con un primer filtro del sistema de Alta Dirección Pública, que preseleccione una decena o docena de candidatos técnicamente idóneos. Luego con audiencias públicas de quien nomine la presidenta de entre quienes pasaron el filtro del ADP, seguido de al menos una semana antes de que se vote la nominación, de modo que la ciudadanía pueda formarse una opinión respecto del nominado o nominada. Algunos de estos elementos están en un proyecto que está tramitando el Congreso, sería bueno avanzar y perfeccionar esta iniciativa incluyendo los restantes.