SANTIAGO.- En 2013, la tasa de notificación de contagiados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en la Región de Magallanes era de las menores del país, con 8,6 casos por cada 100 mil habitantes.
Para las autoridades, la interpretación de esta cifra generaba algunas interrogantes. ¿Los habitantes de la zona austral se exponían menos a conductas de riesgo que en el resto del país?
Con los números de 2015, la respuesta se empieza a esclarecer, luego que dicha tasa de notificación prácticamente se duplicara, superara largamente a regiones como Valparaíso, Metropolitana y Biobío, y quedara solo por debajo de las regiones del otro extremo del país: Arica y Parinacota, y Tarapacá, que han sido, históricamente, las de mayor prevalencia de la enfermedad en Chile.
Según consigna
"El Mercurio", el Ministerio de Salud en un oficio solicitado por el Senado -en enero recién pasado- respondió que la tasa de notificación fue de 19,5 casos por 100 mil habitantes en 2014, y luego 18,2 casos por cada cien mil habitantes en 2015, datos que mostraban cómo había habido una suerte de explosión de la enfermedad en la zona de Punta Arenas.
El promedio nacional ese año fue de 14 casos por cada 100 mil habitantes, impactado fuertemente por Arica y Parinacota, donde también aumentan más de un 50% las notificaciones, llegando a 44,7 por cada 100 mil personas.
La Región Metropolitana, por ejemplo, en 2015 registró una tasa de notificación de 16,5 por cada 100 mil habitantes.
La hipótesis del Ministerio de Salud para este fenómeno es que hubo un mayor trabajo de detección. Así lo afirma el subsecretario de Salud Pública (s) Cristián Herrera: "Adoptamos una estrategia de prevención combinada. El paradigma cambió, y todo esto, dentro de la estrategia que incluye varias líneas de acción, en particular el incentivo a hacerse el test. El esfuerzo ha estado en Magallanes, para hacer estrategias más eficientes, y creemos que por ahí va la explicación".
Sin campaña en 2016
Pero la directora de la Sociedad Chilena de Infectología y académica de la U. de Chile Claudia Cortés no está de acuerdo con la visión del Gobierno, pues asegura que "aunque no puedo dar una razón específica (para lo que ocurre en Magallanes), sí puedo decir que en Chile las campañas de prevención y educación han sido pésimas".
Según la especialista, esto se constata en el hecho de que las campañas para informar y prevenir son durante plazos muy acotados. Y ejemplifica con lo ocurrido en 2016, cuando no hubo campaña del sida.
Cortés añade que los contagios entre la población de 18 a 24 años "está aumentando fuertemente, porque hay una sensación de disminución de riesgo en el grupo más susceptible de contraer la enfermedad, que es el de los hombres que tienen sexo con hombres".
Sin embargo, la especialista igualmente cree que hay una coincidencia entre la llegada de un infectólogo al Hospital de Punta Arenas. "Es posible plantear que el tener a un especialista aumenta la sospecha, y por ende se solicitan más exámenes para detectar el VIH".