SANTIAGO.- La notificación de ciertas resoluciones judiciales —que no requieren de la presencia del reo— a través de videoconferencia entre la cárcel y el tribunal es una de las medidas a aplicar que evalúa la mesa de trabajo del Ministerio de Justicia y el Poder Judicial.
Esta fue creada para proponer soluciones a las debilidades en seguridad en los tribunales, que tuvo su punto más crítico el lunes último cuando el juez de garantía de San Bernardo, Sergio Henríquez Galindo, fue usado como rehén por un condenado que, luego de herir a un gendarme, logró escapar.
El uso de tecnología aparece como una alternativa para ahorrar recursos y bajar el número de reos trasladados a los juzgados, pues en algunos casos se hace para notificaciones de menor envergadura. Como lo ocurrido con el condenado por homicidio y tráfico de drogas Leonardo Azagra Valdivia (25), quien iba a una audiencia de sobreseimiento que podría haberse realizado por este sistema.
El tema fue abordado el martes en el encuentro que tuvieron la presidenta de la Corte de Apelaciones de San Miguel, María Teresa Díaz; el ministro (s) de Justicia, Nicolás Mena, y el director (s) de Gendarmería, Maurice Grimalt. Este grupo volverá a reunirse en marzo, y se integrarían la Asociación de Magistrados, la Fiscalía y la Defensoría Penal Pública.
La ministra Díaz explicó que ella es partidaria de esta idea, pero "siempre y cuando se realice la videoconferencia con presencia del abogado del reo", dijo a "
El Mercurio".
Casos
Esta medida ya ha sido implementada con éxito en algunos juzgados del país. Por ejemplo, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles ganó el concurso de innovación del año recién pasado, precisamente, con el proyecto de lectura de sentencias por videoconferencia.
De forma preliminar, ya lleva cinco audiencias realizadas. Y será implementado como plan piloto en esta jurisdicción durante este año, con miras a que se amplíe al resto de los tribunales del país. Según jueces de esa jurisdicción, es posible de aplicar a otro tipo de audiencias, como por ejemplo, la de revisión de penas.
También en Viña del Mar se hizo algo similar en 2013, después de efectuar un juicio oral —que sí requiere la presencia del imputado—, para informarle la sentencia, ya que antes se había fugado de un tribunal en Santiago, lo que originaba un gran despliegue policial de custodia.
En la mesa de trabajo, además, se acordó reparar los botones de pánico que tienen los jueces en los estrados, ya que se detectó que hay varios en mal estado.
