EMOLTV

Matrimonios entre extranjeros crecen 30% en un año e inmigrantes piden mayor inclusión

Organizaciones dicen que las parejas se integrarán a la sociedad a través de sus hijos y que es necesario incorporarlas a la fuerza laboral, para lo cual piden impulsar una nueva legislación.

06 de Marzo de 2017 | 06:48 | Emol
imagen
Carla Pinilla, El Mercurio
SANTIAGO.- La creciente llegada de extranjeros a Chile, motivada por la búsqueda de oportunidades laborales, está impulsando la generación de nuevos tipos de familias, formadas por parejas de extranjeros que se asientan en el país o por la unión de chilenos e inmigrantes, cuyos hijos diversifican la población.

Y este es un cambio creciente. Según datos del Registro Civil, el año pasado se realizaron 1.819 matrimonios de inmigrantes en el país y otros 1.715 matrimonios entre un chileno o chilena y extranjeros, informó este lunes "El Mercurio".

En el primer caso, las parejas que más contrajeron el vínculo en el país fueron de peruanos (566), colombianos (358) y haitianos (247). Mientras, los chilenos que se casaron con inmigrantes lo hicieron preferentemente con haitianos (307), peruanos (301) y colombianos (240).

Además, hubo 700 inscripciones de Acuerdos de Unión Civil (AUC) entre extranjeros o entre chilenos e inmigrantes, preferentemente de nacionalidad peruana y colombiana.

Integración irreversible

Las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con inmigrantes coinciden en que el fenómeno irá creciendo, porque ellos valoran el asentarse en Chile. Sin embargo, advierten que por esa razón se requiere una mayor integración, y en especial la varias veces anunciada y postergada Ley de Migración.

Rodolfo Noriega, secretario general de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, dice que "inicialmente, los grupos de peruanos que llegaron al país lo veían como una zona de tránsito para ir a Europa. Pero poco a poco se fueron radicando acá, junto a otros inmigrantes. Y ellos se van enraizando, porque sus hijos conocen la identidad cultural de los padres, pero se sienten más ligados al país donde nacieron". Eso le pasó a él, que es peruano y cuyos hijos se identifican más con Chile.

"Esto es un proceso de integración irreversible. Chile ha cambiado, y la tendencia es que seguirá cambiando. Al principio hay temor a lo nuevo, pero eso va cambiando con el tiempo, se va formando una nueva identidad nacional, y este, al final, será un país diferente", añade.

A su juicio, es fundamental integrar a las familias de extranjeros no solo para resolver sus necesidades, sino también las de los chilenos. "Si no tomamos medidas para integrar, por ejemplo, a los profesionales migrantes de la salud, se pone en juego el bienestar de la población. Los inmigrantes aportan fuerza de trabajo, y el desarrollo del país depende de esa fuerza", argumenta.

Las dificultades de la población foránea

Ralph Jean-Baptiste, de la organización Haitianos en Producción, dice que en el caso de sus connacionales, esa integración se está produciendo, porque "en general les gusta vivir acá, porque se sienten acogidos, aunque no es fácil. Para tener documentación se necesita un contrato de trabajo, y para eso es necesario tener carnet. Hay contradicciones y no hay una ley de inmigrantes que las resuelva".

Además, recuerda que las nuevas familias deben enfrentar problemas como el clima, el elevado costo de vida, la precariedad laboral, la falta de manejo en el idioma y el hacinamiento en las viviendas. "A veces, la sociedad le hace difícil la integración al inmigrante, pero ellos siempre están dispuestos a integrarse", dice.

Paulo Márcio, director de la organización católica Centro Integrado de Atención al Migrante (Ciami), estima que esa integración se producirá en un plazo de 15 años, y que se dará a través de los hijos de estas nuevas familias. "Existe una gran riqueza cuando los papás son de nacionalidades distintas, porque aprenden los idiomas y la cultura. Los hijos asumen esa riqueza multicultural que es positiva", explica.

A su juicio, los haitianos están en una primera fase de inmigración y "es un fenómeno del cual no teníamos parangón, porque tienen un idioma distinto al de otros inmigrantes". No obstante, confía en que las políticas educativas en las escuelas podrán hacer que la sociedad incluya a los padres.